El Tribunal Supremo ha rebajado de ocho años de cárcel a año y medio la condena impuesta a Said Ben Iazza, al entender que no colaboró conscientemente con la célula terrorista que cometió los atropellos del 17-A, sino que actuó por imprudencia al prestarles la furgoneta y su documentación. La rebaja de pena supondrá su excarcelación, al haber cumplido sobradamente la que finalmente ha sido impuesta.
En cambio el alto tribunal ha mantenido intacta la condena impuesta por la Audiencia Nacional a los dos miembros de la célula terrorista que no participaron en los atropellos. Asciende a 43 años de prisión para Driss Oukabir y 36 para Mohamed Houli Chemlal, único sobreviviente del chalet de Alcanar donde explotaron los explosivos que preparaban. La Sala Segunda les considera autores de los delitos de pertenencia a organización criminal con finalidad terrorista, fabricación y tenencia de explosivos con dicha finalidad y de estragos y lesiones imprudentes.
El tribunal ha rechazado también los recursos de casación de algunas de las acusaciones que entendían que ambos debían haber sido también condenados por los 16 muertos y las más de 100 personas que resultaron heridas en la Rambla y en Cambrils por los autores de los atropellos que luego fueron abatidos por los mossos.