Al igual que ha hecho en sus últimas visitas a España, el Rey Juan Carlos ha hecho una parada ‘técnica’ en Vitoria tras abandonar Sanxenxo. Antes de regresar a Abu Dabi, el Emérito ha vuelto a ponerse en las manos de dos de sus médicos de confianza, Eduardo Anitua y Mikel Sánchez, y tras varias horas en la clinica que el primero dirige en la ciudad vasca, abandonaba definitivamente nuestro país a última hora de la tarde de este domingo.
A media mañana, y tras despedirse de su gran amigo Pedro Campos y de la Infanta Elena -que una vez más ha vuelto a demostrar el vínculo irrompible que tiene con su padre- el monarca volaba de Vigo a Vitoria en el jet privado que suele usar en sus viajes a nuestro país.
Nada más aterrizar en el aeropuerto de Foronda, se ha dirigido al centro médico del prestigioso odontólogo Eduardo Anitua -con el que mantiene una estrecha relación desde hace años- donde todo apunta a que se habría sometido de nuevo a uno de los tratamientos con plasma rico en factores de crecimiento que alivia sus dolores articulares y que tanto ha mejorado su movilidad en los últimos tiempos.
Horas después, y sin tiempo siquiera para disfrutar de la gastronomía alavesa de la que se confiesa un apasionado, Don Juan Carlos regresaba al aeropuerto de Vitoria. Sonriente, cercano y tan campechano como de costumbre, el Emérito se ha despedido del personal de la compañía aérea antes de subir con ciertas dificultades al avión privado que le ha llevado de vuelta a su residencia en Emiratos Árabes.
Por el momento se desconoce la fecha de su próximo viaje a nuestro país, aunque no está previsto que celebre las Navidades en España.