Save the Children ha informado por escrito a la Fiscalía de Menores y a la Dirección General de Protección a la Infancia, dependiente de la Consejería de Bienestar Social del Gobierno de Canarias, sobre los hechos recogidos en la denuncia presentada por una docena de menores migrantes por presuntas agresiones, amenazas y tocamientos en un centro de acogida de Tafira, gestionado por la Fundación Respuesta Social Siglo XXI. Personal de la oenegé brindó asesoramiento legal a los chicos en el momento de presentar su denuncia conjunta ante el Juzgado número 6 de Las Palmas de Gran Canaria y les ha ofrecido la atención de una intérprete. Además, estuvieron acompañados por voluntarios del colectivo Somos Red.
El pasado viernes, en torno a las 13 horas, 23 chicos se fugaron del centro y se dirigieron a la comisaría de la Policía Nacional en San Cristóbal para alertar sobre los malos tratos que supuestamente han sufrido desde principios de mes, cuando se incorporaron a la plantilla educadores que no son los habituales del recurso de acogida. Si bien, los agentes no les quisieron tomar declaración, según quedó recogido en el escrito presentado ante el juez, por lo que regresaron caminando hasta Tafira. Once de ellos decidieron reingresar en el centro y otros 12 –los que finalmente consiguieron poner la denuncia la tarde del sábado en el juzgado de guardia– optaron por quedarse en la calle.
Fuentes de Save the Children han mostrado especial preocupación por la situación en la que se podrían encontrar los menores que continúan dentro del centro, pues la última información que han tenido sobre ellos es que les habían bloqueado las puertas y retirado los teléfonos móviles para evitar cualquier contacto con el exterior.
Los chicos, de entre 15 y 17 años, afirman en su escrito que uno de ellos recibió el jueves «golpes fuertes» por parte del director del centro mientras lo sujetaba otro empleado. Además, apuntan que varios menores escucharon los gritos y el llanto de su compañero y rompieron la puerta para acceder a la habitación. Al día siguiente, sostienen, los amenazaron con «llevarlos a la cárcel» y les advirtieron de que no debían contar nada de lo ocurrido. Otro de los menores relató que el director lo metió en su despacho para hablar sobre su documentación y durante esa conversación se produjeron «posibles tocamientos y gestos sexuales». Los menores migrantes –que están bajo la tutela del Gobierno de Canarias– han pasado ya tres noches fuera de su centro de acogida y en la denuncia alegan que se sienten «asustados y desprotegidos». Por esto, solicitan que se adopten medidas de protección y alejamiento, así como el traslado a otro centro donde no se sientan «en peligro».
La directora general de Protección a la Infancia, Sandra Rodríguez, afirma que nada más conocer los hechos solicitó a sus técnicos un informe sobre lo ocurrido para dar parte a Fiscalía y, «si es necesario, proceder al cierre cautelar del centro». Dos técnicas de la Dirección General visitaron ayer el centro de Tafira para recabar información de lo ocurrido. Rodríguez señala que el desencadenante de la fuga fue que los educadores comunicaron a uno de los menores que iba a ser trasladado de centro por su «comportamiento disruptivo» y el grupo decidió abandonar las instalaciones.
La entidad responsable del centro, Fundación Respuesta Social Siglo XXI, es investigada por una supuesta malversación de fondos públicos destinados a la atención de menores migrantes, a raíz de una querella presentada por la Fiscalía Anticorrupción contra la oenegé. Además, no es la primera vez que se denuncian agresiones a menores en centros que están bajo su gestión.