No todo han sido malas noticias para Xavi Hernández esta semana. Frenkie de Jong, un jugador fundamental en sus planes, recibió ayer el alta médica y, como el propio técnico explicó en rueda de prensa, el neerlandés está al cien por cien y listo para jugar hoy en Vallecas a la hora de la comida.
De Jong regresa al equipo tras dos meses alejado de los terrenos de juego. Se lesionó el 23 de septiembre pasado jugando contra el Celta. Se intentó que volviese en el clásico, pero su tobillo le seguía provocando dolor y el jugador y los técnicos decidieron no correr y retrasar su regreso hasta después del parón de selecciones del mes de noviembre. En total, el neerlandés se ha perdido diez partidos. El Barça ha perdido dos de ellos (Real Madrid y Shakhtar Donetsk) y ha empatado otros dos (Mallorca y Granada).
Los números del equipo con él sobre el campo habían sido mucho mejores. Hasta caer lesionado, había disputado siete partidos, todos ellos como titular, con seis victorias y un empate, el cosechado en la primera jornada de Liga en Getafe. El neerlandés había disputado todos los minutos posibles con la excepción de la última media hora en el partido ante el Amberes, cuando Xavi decidió darle descanso con 4-0 en el marcador.
De Jong es una pieza fundamental en el engranaje del actual Barça. Junto a él, por ejemplo, brilló Oriol Romeu, perdiendo el de Ulldecona seguridad tras la lesión del neerlandés. De Jong es un jugador muy importante en la construcción y para superar líneas de presión gracias a su verticalidad. Se ha convertido en uno de los capitanes del equipo y en un jugador clave tras superar los problemas que tuvo con la anterior dirección deportiva en el verano del 2022, cuando quisieron traspasarle al Manchester United e incluso amenazaron con denunciar su contrato.
Las cosas han cambiado tanto que el actual director deportivo, Deco, tiene como objetivo a medio plazo conseguir la renovación del neerlandés, con contrato hasta el 30 de junio del 2026.
