El Ministerio de Trabajo y Economía Social ha convocado a CCOO, UGT, CEOE y Cepyme el próximo jueves para abordar la que será una de las primeras medidas del Gobierno de coalición en esta legislatura, la subida del salario mínimo interprofesional (SMI), según ha adelantado El País y han confirmado a Europa Press fuentes del Ejecutivo.
El SMI está actualmente situado en 1.080 euros mensuales por catorce pagas y el Gobierno quiere volver a subirlo para 2024. Las organizaciones empresariales no se oponen a elevar su cuantía de nuevo, pero han pedido que su subida se limite al 3% tanto en 2024 como en 2025, un planteamiento que no ha convencido ni a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ni a los sindicatos.
Aunque ha asegurado que tendrá en cuenta la propuesta empresarial, Díaz ha avisado de que el SMI no puede perder poder adquisitivo. En este sentido, hace unos días recordó que la inflación interanual de noviembre oscilará entre el 3,7% y el 3,8%, por encima por tanto del 3% que plantea la patronal.
[Yolanda Díaz anuncia que su primer objetivo es «abordar la subida del SMI» para 2024]
También UGT y CCOO consideran «insuficiente» la oferta de CEOE para la subida del SMI y abogan por tener en cuenta, no sólo el IPC general, sino también la evolución de los precios de los productos básicos, como la alimentación, para determinar su incremento.
La hoja de ruta planteada por la CEOE pasa por subir el SMI un 3% para 2024, desde los 1.080 euros actuales por catorce pagas hasta los 1.112,4 euros al mes, y aplicar otra subida del 3% para 2025, lo que le situaría por entonces en 1.145,77 euros mensuales. En ambos casos, sería aplicable la cláusula de garantía prevista para estos ejercicios en el acuerdo de convenios con los sindicatos.
El acuerdo del V AENC
En todo caso, la patronal precisa que su propuesta «tiene como condición sine qua non» la modificación de la normativa de revisión de precios en los procesos de contratación del sector público para repercutir el incremento del SMI en los contratos en ejecución, tal y como también se recoge en el V AENC firmado por las organizaciones empresariales y los sindicatos.
El planteamiento empresarial implicaría una subida del SMI, en dos años, de 65,77 euros, el equivalente a un alza del 6% respecto al importe actual. Así, el SMI aumentaría en 32,4 euros el próximo año y en 33,37 euros en 2025, de acuerdo con la propuesta de los empresarios.
La organización que dirige Antonio Garamendi defiende que su propuesta conjunta con Cepyme de subida del SMI para 2024 y 2025 está en línea con lo acordado con CCOO y UGT en el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC).
El acuerdo de negociación colectiva que firmaron CCOO, UGT, CEOE y Cepyme en mayo de este año recomienda subidas salariales del 3% tanto para 2024 como para 2025, con una cláusula de revisión salarial que, en caso de desviación de la inflación, podría implicar alzas adicionales de hasta el 1% para cada uno de los años del acuerdo (2023-2025).
Insuficiente para los sindicatos
Sin embargo, los sindicatos entienden que el SMI debe proporcionar «el mínimo de suficiencia y dignidad» que señala la Carta Social Europea (60% del salario medio), por lo que no ven adecuado ligar los incrementos del SMI a lo acordado en el AENC.
«El AENC recoge cláusulas vinculadas a la evolución de la inflación, habituales en los convenios colectivos, pero de difícil aplicación en un salario mínimo», subrayaron los sindicatos en un comunicado difundido esta misma semana.
UGT y CCOO consideran que la subida del SMI tiene que garantizar el cumplimiento del mandato de la Carta Social Europea, esto es, ser equivalente al 60% del salario medio del país, como se recoge en el acuerdo de investidura entre PSOE y Sumar.
Por ello, las organizaciones sindicales abogan por tener en cuenta la evolución de los precios de los productos básicos, como la alimentación, que constituyen la parte fundamental de la cesta de la compra de quienes perciben la renta básica, para garantizar que este salario cubre las necesidades básicas de las personas trabajadoras y sus familias.
Para el secretario general de CCOO, Unai Sordo, el SMI tiene que subir teniendo en cuenta dos variables: cómo están evolucionando los salarios medios en España, que están en torno al 5,2%, y cómo están subiendo los precios de los productos básicos que componen la cesta de la compra de la gente que tiene salarios más bajos, una subida que es «muy superior» al 3% propuesto por la CEOE.
A principios de este año, el Gobierno acordó, sólo con los sindicatos, una subida del SMI del 8% para 2023. Su compromiso para esta legislatura es fijar, por ley, que esta renta mínima siempre debe ser equivalente al 60% del salario medio.
La CEOE tampoco se sumó a las subidas del SMI de 2022 y 2021 acordadas por el Gobierno de Pedro Sánchez con CCOO y UGT, pero sí pactó con ellos el incremento de 2020, cuando aumentó desde los 900 a los 950 euros mensuales.
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