El Leyma consiguió un triunfo de mucho aplomo en su visita a la pista del Grupo Ureta Tizona Burgos, 92-103. Los naranjas, que supieron reaccionar a los momentos delicados como la lesión de Diagne en el segundo cuarto, fueron capaces de imponer su ley en ataque y gestionar con cabeza los múltiples contactos del conjunto burgalés, que peleó hasta el final en una segunda parte que se le hizo larga al cuadro coruñés.
En su regreso a Burgos, Diego Epifanio tenía ganas de mostrar el equipo eléctrico que dirige en A Coruña. Lo hizo con una novedad en el quinteto inicial: Sebastian Aris. El técnico le dio la confianza al danés para ordenar las primeras posesiones. Aunque arrancó con un error en el triple, se enchufó con el segundo, tras dos buenas canastas interiores de Huskic. Otra anotación de Lundqvist logró poner el 2-9 en el marcador de El Plantío. Aris ganó aun más confianza con una nueva canasta, pero se marchó al banco por cometer dos faltas en los primeros cuatro minutos. Jakovics tomó la batuta cuando el encuentro dio un pequeño frenazo. El marcador se movió a base de tiros libres para los intereses naranjas mientras Thiam, ex del Leyma, trataba de recortar la diferencia para Tizona. Un triple de Beqa Burjanadze nada más entrar en la pista y un fantástico alley oop de Jakovics para Diagne cerraron el primer cuarto 19-25.
Un triple de Font desde la esquina estrenó un segundo parcial muy largo. Diagne se lesionó al recibir el balón bajo el aro ante la presión de un defensor. Un gesto extraño que le llevó al suelo le forzó a abandonar el partido por molestias en la rodilla. Sin el senegalés, el choque volvió a enfriarse. Jakovics y Font lograron imponer la máxima renta hasta el momento a base de tiros libres. El catalán, además, anotó un triple que situó la diferencia en los quince puntos, 21-36. El técnico de Tizona, el ourensano Diego Campo, paró el partido para buscar una reacción en los suyos. Aunque Huskic aguantó el tirón de los burgaleses, el conjunto de casa logró apretar el encuentro a pasos agigantados hasta situarse a siete puntos, 34-41, con un triple de Gerard Jofresa. Epifanio no logró reconducir la situación con el primer tiempo muerto, pero sí lo consiguió con el segundo. El acierto de Barrueta y Galán por dentro y el de Burjanadze y Jakovics por fuera, culminaron una gran primera mitad, 42-57.
El Leyma salió de los vestuarios con la intención de encarrilar el partido de forma coral, con las anotaciones de Lundqvist, McDonnell y Aris. Yunio Barrueta, se sumó a la causa con dos tiros de tres que pusieron al cuadro coruñés por encima de los veinte puntos de ventaja, 46-68. Tizona comenzó a bracear para tratar de sobrevivir en un partido que los naranjas estaban a punto de dormir en el ecuador del tercer cuarto. Los burgaleses tiraron del físico y los contactos para presionar a los jugadores del Leyma y forzar errores. Gracias a esa intensidad consiguieron rebajar la brecha por debajo de los 15 puntos. Un triple de Jakovics trató de despertar al conjunto coruñés antes de que Tizona se metiese en serio en el partido antes del último cuarto, al que se llegó con un marcador de 68-82.
Con el pescado todavía por vender, los hombres de Diego Epifanio tuvieron que encontrar su tranquilidad mil veces en un tramo final en el que el calor del público, enfadado con los árbitros, aupó a Tizona. Dos tiros libres de Font y otro más, de campo, de Burjanadze, arrancaron con buen pie el último cuarto para el Leyma, pero la tendencia se mantuvo a favor de los locales, que no perdieron la fe en ningún momento. Jakovics apostó por ponerle pausa a las posesiones al mismo tiempo que cargó de personales a los jugadores de Tizona, que cometió demasiado rápido las cinco faltas. El acierto en el tiro libre y las anotaciones de Lundqvist y Barrueta. La cabeza fría en las jugadas decisivas decantó el encuentro a favor del Leyma, que consiguió contener a su rival por alrededor puntos de diferencia selló el séptimo triunfo de esta campaña con el resultado final de 92-103.