Hoy se celebra el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, un día de importante relevancia pues, según un informe de Manos Unidas, 736 millones de mujeres han sufrido violencia al menos una vez en su vida. Una lacra de esta sociedad contra la que hay que luchar y mantenerse firme.
Porque aunque a veces puedas estar saturado de escuchar hablar sobre la violencia contra la mujer, lo cierto es que, cuando le pones rostro, nombre y apellidos, la cosa cambia y mucho. Es lo que vamos a intentar hacer aquí, en Fin de Semana,conociendo la dolorosa historia de Kiara, una joven de 20 años, valiente y fuerte, que a lo largo de su vida ha crecido entre el maltrato.
Su padre maltrataba a su madre y también a su abuela quien, a lo largo de su vida, también había sufrido maltrato. Una historia de mucho dolor, ya que ella misma ha llegado a decir que «normalizaba el maltrato en mi casa». Es entonces cuando ha roto a llorar, cuando ha recordado cómo eran las despedidas con su padre, cada vez que su madre, hartay triste, lo echaba de casa. A los días volvía con él, y la situación en casa se desestabilizaba una vez más.
«Fueron muchas despedidas hasta que mi madre logró salir. Llegaba la policía, se tenía que ir de casa, luego mi madre salía hasta que llegó un día que le deportaron y ahí se terminó todo» explicaba emocionada. Para ella, desgraciadamente, la vida no cambió, ya que su segunda pareja, también ejercía violencia contra ella, algo que tuvo que presenciar su hermano pequeño.
Para Kiara la vida más corriente era entre maltrato, por eso, cuando tuvo pareja, no vio extraño que él le maltratara a ella. Hasta que se quedó embarazada, y algo en su cabeza cambió.
El duro relato de Kiara para salir del maltrato
Ella, hasta el momento de quedarse embarazada, no sentía que fuera una mujer maltratada, porque había interiorizado tanto esas situaciones, que se le antojaban normales. Fue entonces, cuando se enteró de que iba a ser madre, que decidió que las cosas tenían que cambiar.
- Left6:No existe configuración de publicidad para el slot solicitado
Lo cuenta emocionada en COPE, pues, dice que su pareja «le dejó sola. Yo tenía un dolor inexplicable, ahí dije, ‘ya no quiero’. Aparte de hacer sufrir a la niña que yo esperaba, mi familia sufría, mi madre no me pudo ayudar porque vivía muy malas situaciones» decía.
Sin ayuda, sola y con el mayor de los sufrimientos a su espalda, decidió contactar con la Fundación Acogida, dedicada a ayudar a mujeres maltratadas, especialmente a aquellas que son madres. Belén Cabello es su presidenta, y contaba que, cuando conoció a Kiara, escuchó a través del teléfono el gran interés que tenía en salir de ahí.
«Nosotros algunas veces, si el maltrato no es de peligro, hacemos mediación para que ellas no vean al padre, pero sí para que los niños lo hagan, queremos ayudar, les ayudamos en todo, educación, trabajo, la primera fase es tranquilidad y vivir la maternidad» explicaba la presidenta.
Desde 2012 acuden al amparo de estas mujeres y les acompañan, con el objetivo de romper esa cadena de maltrato y ayudarlas. Así está Cataleya, de cinco meses e hija de Kiara, a quienes han cuidado en la fundación y acomapañado desde el primer momento. Su nombre, llega de una flor que florece en mayo, como la hija.
Hoy, han salido de ese infierno gracias a la fundación y,son muchas las que así lo relatan también. No estáis solas.