La técnica de engrosamiento de pene mediante ácido hialurónico es una técnica “poco invasiva” que se realiza de manera ambulatoria
Se ha de hacer una valoración de por qué lo hace, cuáles son sus motivaciones, qué referentes y objetivos tiene y crear unas bases que sean claras y realizables
Una de las mayores preocupaciones de la mayoría de los hombres, sobre todo en la adolescencia, es el tamaño del pene.
Desde tiempos inmemoriales, la longitud y el grosor del miembro viril han estado íntimamente relacionados con la virilidad, lo que incide directamente sobre la autoestima y confianza de los varones.
Por eso, no de extrañar que cada vez más hombres recurran a diferentes técnicas para alargar y engrosar el pene.
De hecho, este último tratamiento es uno de los más ha crecido en los últimos tres años, como nos explica el doctor Francisco Ramón Gómez León, que cuenta con su propia consulta de andrología en Barcelona.
Y este incremento, resalta el especialista, está relacionado con la visión del porno altamente extendido en la sociedad, sobre todo en la población masculina.
- “Lo que ha traído consigo que muchos hombre tengan unas perspectivas de lo que es el diámetro de un pene bastante distorsionadas y con un ideal de lo que es un diámetro normal muy poco real”.
Aumento de grosor de pene con ácido hialurónico: ¿en qué consiste?
La técnica de engrosamiento de pene mediante ácido hialurónico es una técnica “poco invasiva” que se realiza de manera ambulatoria en la consulta médica mediante la aplicación de anestesia tópica local.
Consiste en la aplicación de ácido hialurónico en toda la circunferencia del pene, logrando así aumentar el grosor del mismo.
- “La selección del paciente es muy importante a la hora de aplicar este tratamiento, ya que una valoración integral –teniendo en cuenta aspectos psicológicos, emocionales, de pareja y, sobre todo, la motivación principal del paciente– será clave a la hora de realizar una aplicación precisa”.
El doctor Gómez León señala a ‘Guías de Salud’ que está indicado en pacientes que, principalmente, deseen un aumento del grosor del pene para una mayor satisfacción sexual, tanto para ellos mismos como para sus parejas en caso de tenerlas. Sin embargo, “harán falta unos requisitos mínimos que deben ser valorados igualmente”.
Es un procedimiento poco invasivo y ambulatorio que se realiza en la misma consulta con anestesia tópica local. No obstante, “hay que seguir unas líneas de cuidado para que el resultado final sea el deseado”.
- Será necesario guardar reposo durante uno o dos días después del procedimiento, ya que se provoca cierta inflamación con la aplicación del producto que va a remitir entre 48 y 72 horas.
- También pueden presentarse hematomas que tardarán unos días en desaparecer. Será necesario, además, el uso de algún analgésico o antiinflamatorio, porque, aunque el procedimiento es poco doloroso, se debe buscar el confort del paciente en todo momento.
- La actividad sexual podrá ser retomada de manera gradual a partir de la segunda o tercera semana y es aconsejable evitar el ejercicio de alto impacto en los primeros 15 días. Asimismo, se evitará el uso de ropa muy apretada para la mejor integración y armonía del producto en el pene.
¿Cuántos centímetros de grosor puede ganar el paciente?
La realidad es que «con la aplicación del ácido hialurónico se puede aumentar unos dos o tres centímetros el grosor; pero es muy importante que el paciente tenga expectativas asumibles, ya que son muchos factores a tener en cuenta: el tamaño y la circunferencia previos que tenga un pene serán claves a la hora de valorar el resultado obtenido».
- “Lo interesante, en suma, será generar unas expectativas que sean realistas para el paciente que, al final, se traducirá en un mejor resultado y mayor satisfacción”.
¿Los resultados son para toda la vida?
No. Tal y como hace hincapié el andrólogo, “en medicina estética y medicina íntima, el uso de materiales reabsorbibles garantizan o disminuyen al mínimo el número de incidencias de efectos secundarios”. Y al utilizarse el ácido hialurónico, que es un producto reabsorbible, su duración en el pene será de un año aproximadamente.
A partir de la primera aplicación “se necesitarán retoques periódicos que oscilarán entre los nueve meses y el año”.
Estos, por lo general, conllevan menos cantidad de producto a inyectar, ya que el hialurónico aplicado en el primer procedimiento no se va del todo y siempre será eso, un retoque para mantener el grosor conseguido en el primer diseño del engrosamiento.
¿Puede producir falta de sensibilidad en el pene?
En general, “la aplicación de ácido hialurónico para el engrosamiento de pene no produce cambios en la sensibilidad del mismo”. Sin embargo, hay pacientes –que como parte del tratamiento y para tratar la eyaculación precoz y mejorarla– deciden aplicarse además un relleno glandular con ácido hialurónico que, en este caso, “disminuirá la sensibilidad del glande, conllevando un retraso en el periodo eyaculatorio”.
Engrosamiento del pene desde la perspectiva psicológica
Cuando un hombre decide engrosar su pene, el especialista indica que “se ha de hacer una valoración de por qué lo hace, cuáles son sus motivaciones, qué referentes y objetivos tiene y, sobre todo, en el proceso del diagnóstico y del seguimiento, crear unas bases que sean claras, realizables y que, sobre todo, cumplan las expectativas del paciente para que estas no sean excesivas”.
- “En nuestra clínica, el paciente, antes de someterse al tratamiento, realiza una terapia psicológica readaptativa debido a que va a suponer un cambio en su estructura y dimensión sexual que ha de ser reconducida y acompañada”.
¿Tiene algún tipo de implicación para la pareja?
Cuando un paciente se realiza un engrosamiento de pene y tiene pareja, “la dinámica sexual se modifica en cuanto al placer y expectativas que cada uno tenga con respecto a las relaciones sexuales”.
Por lo tanto, esta parte debe ser trabajada y, si el paciente tiene pareja, “participará igualmente del proceso terapéutico a nivel psicológico que realizamos tanto de preparación como de soporte”.
- “Es necesario incluir a la pareja en la terapia sexual, ya que es un elemento que participará activamente en la esfera sexual del paciente y que, sin duda, también tendrá que realizar el proceso readaptativo con el diámetro que presente el pene de su pareja”.