La ministra de Igualdad, Ana Redondo, acudirá este sábado 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia sobre la Mujer, a la manifestación convocada a las 12.00 horas en Madrid por el Foro de Madrid contra la violencia a las mujeres (Foro 25N) y el Consejo de las Mujeres, según ha podido confirmar EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del grupo Prensa Ibérica.

Redondo marchará acompañada de otras compañeras socialistas en esta manifestación cuyo manifiesto recoge la exigencia de «que cese la penetración del transgenerismo en la Educación, a través de leyes autonómicas, que impide al profesorado coeducar, es decir educar en igualdad, porque se considera que los roles sexuales de masculinidad y feminidad son innatos o volitivos«. «Ya hay profesoras y profesores con sanciones administrativas por no seguir estas directrices. Esto es violencia institucional», reza el documento.

Esta facción de feminismo se mostró contraria a la ley trans bajo el argumento de que la norma supondría un “borrado de las mujeres”. «El género no es una identidad, el género es el conjunto de normas, estereotipos y roles, impuestos socialmente a las personas en función de su sexo», aseguraban.

Contra la pornografía

Sin embargo, la propia ministra aseguró durante el traspaso de cartera el pasado martes que desarrollarían «la normativa reglamentaria que garantice de manera más efectiva los derechos de las personas trans«. «Promoveremos un Pacto de Estado en defensa de los derechos LGTBI+», anunció.

En el manifiesto, también exigen «la aprobación de la Ley Orgánica para la Abolición del Sistema Prostitucional, elaborada por el movimiento de las organizaciones de mujeres y la erradicación de la pornografía una violencia sexual grabada y una escuela de misoginia» por considerarla «una violencia grabada».

Otra manifestación

La otra manifestación convocada en el centro de Madrid es la de la Comisión 8M, que parte a las 18 horas desde la Plaza Carlos V en Atocha. Según ha explicado la vocera Eva Muñoz a este medio, apuesto por «un feminismo sea un espacio que refleje toda la realidad y diversidad de las mujeres».

«Tenemos que interpelar el conjunto de la sociedad para acabar con las violencias, porque entendemos que es un problema estructural. Por eso, creemos que es necesario nombrarlas todas, así como las diferentes formas en las que estas afectan», prosigue Muñoz. En su opinión, «que todas suframos violencia no significa que esta sea para todas igual, ni que tengamos las mismas oportunidades para afrontarlas», poniendo de ejemplo a aquella mujer en situación administrativa irregular que sufre violencia sexual. O a la mujer trans o precarizada.