Las ciudades y la vida en República Dominicana crecen al amparo de los ríos. El Cumayasa, al sureste del archipiélago, se extiende sin apenas pendientes como alimento de grandes áreas de pastizales y de producción de caña de azúcar. Solo se puede navegar por un pequeño tramo. Desde el aire impresiona la belleza de su estuario y la gama de verdes por la entrada del agua del mar desde la desembocadura. Funciona de frontera natural entre las provincias de San Pedro de Macoris y La Romana y, en un guiño cargado de simbolismo, presta el nombre y la simbología de su riqueza medioambiental al transcendental bautismo de Ecoener en la ambiciosa travesía del país para descarbonizar la economía.
Casi calcando el modelo que ya puso en marcha en La Gomera en marzo, el grupo gallego inauguró ayer dos parques fotovoltaicos en el municipio de Villa Hermosa, a aproximadamente 100 kilómetros de la capital, Santo Domingo, con una potencia instalada de 97 megavatios (MW) tras una inversión superior a los 93 millones de euros. Cumayasa 1 y Cumayasa 2 cubrirán la demanda energética de 48.000 hogares y garantizan a Ecoener unos ingresos de 234 millones de euros durante los próximos 15 años con los contratos a largo plazo (PPA, por las siglas en inglés de power purchase agreement) firmados con la Empresa Distribuidora de Electricidad del Este (Edeeste).
«La entrada en servicio de estas dos nuevas plantas nos permite dar un importante salto en nuestra dimensión», valoró Luis de Valdivia, presidente de la compañía, en plena «etapa de fuerte crecimiento diversificado y de estabilidad de ingresos» tras multiplicar por 2,5 su cartera de activos en operación en la veintena de países en los que está presente en los últimos tres años. El plan de expansión en República Dominicana incluye un tercer parque en la misma zona con una potencia adicional de 62 megavatios y otros dos complejos al norte del país (Payita 1 y Payita 2) que suman 120 megavatios. La inversión asciende a 176,5 millones de euros. Entrarán en operación antes de finales del próximo año, convirtiendo la zona en su principal mercado en generación, por encima incluso de España.
De Valdivia avanzó que «muy posiblemente» también levantarán una primera planta de baterías, la nueva pata de negocio que Ecoener está a punto de estrenar en Canarias, y nuevos proyectos en fotovoltaica y eólica que podrían duplicar la inversión realizada hasta ahora. «República Dominicana tiene un sistema de retribución a la inversión claro, estable, concreto y muy fiable. Nos da seguridad y tranquilidad», destacó, particularmente «satisfecho» por el papel protagonista que la compañía jugará en la reducción de la elevadísima factura energética del país, donde el 84% del consumo de energía depende de combustibles fósiles y el objetivo en renovables para 2030 se sitúa en el 30%.
La eléctrica anuncia la puesta en marcha de su primera batería en Canarias
Ante más de 300 personalidades de la jerarquía política, el mundo de la empresa y la sociedad dominicana representados por el jefe del Ejecutivo, Luis Abinader, el ministro de Energía y Minas, Antonio Almonte, y con la presencia también del embajador de España, Antonio Pérez-Henares, el líder de la compañía con sede La Coruña tendió la mano a las autoridades locales, todavía con la resaca de las lluvias torrenciales de la pasada semana que se cobraron la vida de más de 30 personas, para el salto de gigante en su particular transición hacia un modelo sostenible que frente el cambio climático «desde la más alta exigencia y velando por los intereses de este país». «No somos especuladores. No nos dedicamos a vender proyectos. Los construimos y explotamos a largo plazo», defendió, vestido con la tradicional guayabera (guayabera) blanca. De Valdivia confesó el flechazo con el país y se esforzó en agradecer «la seguridad jurídica y el marco estable»que permiten «competir en igualdad de condiciones» entre empresas. «Cuando la generación está en pocas manos, siempre suben los precios», advirtió, en un mensaje claramente extrapolable al otro lado del charco.
Un objetivo de 1.000 megavatios
A punto de cumplir los 35 años de trayectoria, Ecoener, que arrancó su actividad en Galicia con una pequeña central hidroeléctrica en el río Arnoia, supera ya los 340 megavatios operativos. En construcción tiene otros 341 y 1.441 más en desarrollo: 394 en eólica, 370 en hidráulica, 677 en solar y 21,6 en almacenamiento. Su objetivo pasa por entrar en el umbral de los 1.000 encendidos en 2025, con la vista puesta en otros países latinoamericanos, el norte del continente y posibles oportunidades en suelo europeo. «Tenemos más proyectos, pero no nos gusta hablar de ellos hasta que están concretados», esquiva su presidente. | J. P.