El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha insistido en que los que los tipos de interés seguirán altos por un periodo suficientemente largo a pesar de que la inflación tiende a la baja en la zona del euro. Durante su intervención en la 28 Trobada d’Economia a S’Agaró, Guindos ha asegurado que las medidas de política monetaria están surtiendo efecto, con una economía que se encuentra en un periodo de desaceleración, «no de recesión», pero «no podemos cantar victoria con la inflación«, porque siempre puede haber elementos que hagan que el aumento del nivel general de precios siga subiendo, ha alertado.
Guindos, siguiendo la estrategia del BCE de enfriar cualquier esperanza de que haya próximas bajadas de los precios del dinero, ha afirmado que si los tipos se mantienen elevados por un periodo largo, la inflación acabará convergiendo hacia el objetivo de alza del nivel general de precios del 2% a medio plazo. Los avisos de que los tipos seguirán altos por un periodo largo de tiempo vienen de hace meses. La primavera pasada ya lo anticipó el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, durante una conferencia en Barcelona.
A juicio del vicepresidente del BCE, las alzas del precio del dinero se han reflejado en el crédito y en los mercados, pero hay una segunda etapa, que es la transmisión a la actividad económica, una parte de la cual aún está pendiente y suele llevar un retraso de 12 a 18 meses.
Rentabilidad de los bancos
También se ha referido a los bancos y resaltado que a pesar de su elevada rentabilidad esta tendencia no se ha visto reflejada en las bolsas. En 2019, ha explicado, la rentabilidad media de la banca europea se encontraba «ligeramente por encima del 4% y ahora está por encima del 10%». A su juicio, los inversores creen que las entidades deberán aumentar sus provisiones dado el aumento del coste de capital y por tanto, la situación de elevada rentabilidad es un fenómneno a corto plazo «difícilmente sostenible».
El vicepresidente del BCE ha mencionado como riesgo también «la incertidumbre regulatoria», como los impuestos a la banca, que han aprobado algunos países, entre los que está España. En cuanto a la situación económica ha sido claro: «Nos encontramos en un estancamiento, que será muy similar en el cuarto trimestre, como consecuencia de la inflación». A su vez ha manifestado que hay riesgos de que el crecimiento sea inferior al previsto», aunque ha destacado aspectos positivos, como el alza del empleo, que aumenta por encima de lo que lo hace el producto interior bruto (PIB).
Guindos ha afirmado que además de la desaceleración, y unos bajos niveles de inversión, existen riesgos geopolíticos y unas nuevas reglas fiscales en la zona euro que acabarán con cuatro años de «barra libre».
Durante el acto de inauguración de la jornada organizada por la Fundación Internacional Olaf Palme, el presidente de la Cámara de España, José Luis Bonet, ha recordado que la economía afronta una etapa de desaceleración, con un consumo que se mantendrá y una inversión que dependerá de si el mundo empresarial mantiene una actitud «defensiva u ofensiva». A juicio de Bonet, el turismo «tapará» los problemas que afectan a las empresas y que están «debajo».
Bonet ha afirmado que la educación «no va bien» y que en este ámbito lo único que va bien es la formación profesional (FP). El presidente de la Cámara de España también ha criticado la reforma del sistema de pensiones, que se ha cargado por completo sobre las empresas, ha asegurado.