No podemos mirar para otro lado cuando se habla de violencia de género, la manifestación más brutal de las desigualdades entre hombres y mujeres. La violencia machista existe y es injustificable. No podemos ser neutrales con la violencia de género, tenemos que posicionarnos con claridad todas y todos en todas las vertientes de la sociedad. El simple gesto de eliminar la palabra “género” como sucedió en la moción aprobada por PP y VOX en el pleno de Elche, es un acto que va en contra de la propia mujer. La violencia de género es una violencia que afecta a las mujeres por el mero hecho de serlo, atenta contra su integridad, dignidad y libertad, independientemente del ámbito en el que se produzca. Y cuando se elimina esa palabra, se elimina todo el sentido.

La violencia machista debe aunar a toda la sociedad para erradicarla y, las administraciones e instituciones públicas deben dar ejemplo en ello. Pero, por desgracia, aquí en Elche, desde que la ultraderecha entró en el Ayuntamiento, no se ha podido firmar una declaración institucional de todos los grupos políticos contra la violencia de género. En la anterior legislatura, con VOX en la oposición, y ahora en el gobierno, de la mano de Pablo Ruz y el PP. Flaco favor se hace a esta lacra que acampa a sus anchas, aunque algunos lo nieguen y no quieran verlo. Solo hay que ver el número de víctimas para darse cuenta de que es una realidad.

Como grupo socialista, manifestamos nuestra repulsa hacia todas las formas de violencia recogidas en el Convenio de Estambul y nos sumamos a todas las voces que claman por un futuro en igualdad y libre de violencias. Así lo manifestamos en años anteriores: Tenemos delante una realidad innegable que nos interpela a todos y todas a una acción firme en pro de la erradicación de la violencia contra las mujeres y de las actitudes sociales que la toleran, la justifican o incluso la banalizan, debemos intensificar esfuerzos para combatir el machismo y condenar todas las actitudes, prácticas y conductas que consienten y reproducen las violencias machistas.

Movilización en el 25N en Elche, en una imagen de archivo Antonio Amorós


Nosotros apoyamos todas las voces que trabajan por un futuro libre de violencias y ratificamos nuestro compromiso con el Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Debemos seguir trabajando en la ruptura del silencio, la sensibilización y concienciación de la ciudadanía del problema estructural de la sociedad que supone la violencia machista.

Aunque parezca obvio, las mujeres no desean ser víctimas, no desean ser valientes, quieren ser simplemente LIBRES

Por eso, es nuestro empeño seguir trabajando la educación como base de la libertad y de la igualdad; educación en valores, inclusiva, feminista y respetuosa es la clave para erradicar la violencia de género de nuestras sociedades. Vamos por el camino adecuado, pero tenemos que ir dando más pasos, 

incidir todavía más en la prevención del machismo, de manera más contundente, ampliar la oferta a edades más tempranas, para poder realizar un diagnóstico más amplio y prevenir la desigualdad de manera más extensa. Y, por supuesto, no dar ni un solo paso atrás.

Debemos intensificar esfuerzos para combatir el machismo y condenar todas las actitudes, prácticas y conductas que consienten y reproducen las violencias machistas.

Tenemos que ser contundentes en nuestro posicionamiento mientras haya responsables públicos que nieguen tan gran y lamentable evidencia, nuestra obligación y nuestro compromiso es trabajar por la igualdad y contra la violencia de género, porque, aunque parezca obvio, las mujeres no desean ser víctimas, no desean ser valientes, quieren ser simplemente LIBRES.