Una burger de buey joven sayagués, con la certificación Bos Taurus Primigenius, la raza más antigua de Europa que ya comían los cavernícolas en la prehistoria, es la nueva oferta culinaria del empresario Miguel Crespo para desembarcar con La Carnaza desde Santander en Madrid.
«Se trata de una carne muy saludable con una grasa muy similar a la de la mejor ventresca de atún», asegura Crespo, un bocado capaz de regular de forma natural el colesterol, digestivo y lleno de los ácidos grasos cardiosaludables que nutrieron a aquellos primeros zamoranos que comenzaron a comer carne en la infranqueable comarca de Sayago, un territorio enmarcado en la confluencia del río Duero y el Tormes.
La burger de Crespo va acompañada de queso cheddar, bacon crujiente, pan ‘brioche’ de Madreamiga, el obrador que triunfa entre los amantes de la masa madre en Madrid y una «salsa especial secreta», comenta enigmático en su restaurante de la céntrica calle Castelló decorado con neones y guiños al rock que hubiesen hecho las delicias de los habitantes de Atapuerca.
La carne de estos antiquísimos animales de la raza sayaguesa, en peligro de extinción, es tierna y suculenta en esta hamburguesa de queso derretido y bacon crepitante en un pan que empapa la salsa de la casa que se acompaña con unas patatas fritas crujientes por fuera y suaves por dentro o unos nachos con guacamole, carne chili, salsa cheddar, pico de gallo y jalapeños.
Un festín digno de cavernícolas para saborear la carne más antigua de Europa.