El F-35 Lightning II se destaca como el avión de combate táctico más avanzado de la era actual, una verdadera fuerza aérea versátil con tres variantes únicas.

El origen del programa Joint Strike Fighter

El nacimiento del F-35 proviene del programa Joint Strike Fighter (JSF), que buscaba reemplazar aeronaves envejecidas con una solución multifuncional. Esta ambición culminó en la creación de tres variantes distintas del caza furtivo: F-35AF-35B y F-35C.

El F-35A se corona como líder del escuadrón, un caza en toda la extensión de la palabra. Requiere alrededor de 8.000 pies de pista para sus operaciones de despegue y aterrizaje, siendo el más económico y liviano de los tres.

El F-35B: Innovación en aterrizajes y despegues

El F-35B, una maravilla de la ingeniería, se distingue por su capacidad de despegue corto y aterrizaje vertical (STOVL). Esta variante fue ideada para operar en condiciones difíciles, incluyendo pistas reducidas y naves menores a los tradicionales superportaaviones.

Con solo 600 pies de pista, el F-35B puede alzarse con carga completa, o incluso menos espacio si cuenta con rampas de asistencia. Sin embargo, su almacenamiento interno es menor debido a su ventilador elevador, esencial para su habilidad de aterrizaje vertical.

F-35C: Dominio en portaaviones

El F-35C está especializado en operar desde los colosos del mar, los superportaaviones de las clases Nimitz y Ford. Equipado con un tren de aterrizaje reforzado y un gancho de cola, esta variante está adaptada para aterrizajes y despegues en portaaviones, y posee la mayor envergadura del trío, optimizando su rendimiento en estas operaciones.

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