Por regla general, tener formación universitaria suele ayudar a conseguir mejores empleos y con mejores salarios. Sin embargo, también existen importantes diferencias en función del centro donde se hayan cursado los estudios o, mejor dicho, de su ubicación. Así, mientras que los egresados de las universidades madrileñas o catalanas suelen acabar percibiendo sueldos más elevados, los de otras zonas como Andalucía o Alicante se tienen que conformar con cantidades bastante inferiores. De hasta 2.768 euros anuales menos que la media en el caso de la provincia.
Así lo pone de manifiesto un análisis realizado por el director de Estudios de Ineca, Francisco Llopis, que pone de relieve cómo afecta a los profesionales más formados la falta de oportunidades laborales en la provincia. Un trabajo que complementa al informe que el propio ‘think tank’ presentó hace unos meses sobre la Atracción del talento especializado y que ya alertaba de la fuga de hasta 5.000 trabajadores al año hacia otras zonas del país, en busca de empleos más acordes a sus expectativas.
Para ello, Llopis ha tomado como referencia la última estadística sobre inserción laboral de los egresados universitarios que elabora el Gobierno y que, en este caso, analiza la situación de los que finalizaron sus estudios en el año 2018 para saber cómo les va cuatro años después.
De estos datos se desprende que, mientras que a nivel nacional un graduado universitario de esta promoción ingresa actualmente 28.891 euros brutos anuales, en el caso de un egresado de la Universidad Miguel Hernández del mismo curso la media baja hasta los 27.595 euros, es decir, 1.296 euros. Una diferencia que se agranda hasta los 2.768 euros en el caso de los que realizaron sus estudios en el Universidad de Alicante, que reciben un sueldo medio de 26.123 euros.
De hecho, tan solo los graduados de la Universidad de Almería y los de la Pablo de Olavide de Sevilla presentan medias más bajas, con 25.758 y 25.724 euros, respectivamente. Por el contrario, los exalumnos de la Universidad Carlos III de Madrid son los mejor remunerados, con 33.161 euros de media, seguidos por los de la Politécnica de esta misma comunidad, con 33.123; y los de la Politécnica de Catalunya, con 33.042 euros.
Empleos poco cualificados
Más allá de las diferencias generales que existen en los salarios entre autonomías por el distinto nivel de vida de cada una de ellas, Llopis apunta a otra causa para estas divergencias: la gran cantidad de universitarios alicantinos que acaba trabajando en empleos que nada tienen que ver con su formación. Así, hasta el 28,97% de los estudiantes que finalizaron su carrera en 2018 en la UA tienen actualmente ocupaciones que no requieren ningún tipo de cualificación, el segundo porcentaje más elevado entre las universidades españolas. Una situación en la que también se encuentran el 22,13% de los egresados de la UMH, cuando la media a nivel estatal es del 19,6%. En el caso de la UA, además, otro 21,45% desempeña tareas que solo requieren de formación de grado medio. En este caso, la UMH estaría mejor que la media de campus españoles, con un 15,35% de sus antiguos estudiantes en esta situación, frente al 20,3% del conjunto nacional.
Para Llopis, estos datos dejan claro que el tejido productivo de la provincia «no genera suficientes empleos de alta cualificación para retener todo el talento que generan las universidades de la provincia». «Lo que necesitamos son empresas más grandes, que apuesten por la innovación y por fabricar productos de alto valor añadido, que permitan elevar el nivel salarial», insiste el experto, que atribuye las diferencias entre las dos universidades públicas de la zona al mayor peso de las carreras de humanidades en la UA, menos demandadas en el mundo laboral.
Por su parte, el vicerrector de Estudiantes y Coordinación de la UMH, José Juan López Espín, señala que, si se eliminara el efecto distorsionador que provocan las universidades madrileñas, los salarios de los egresados de la provincia estarían más en consonancia con la media. No obstante, también reconoce la falta de oportunidades con la que se topan muchos graduados de los campus de la zona a la hora de labrarse una carrera, por lo que reclama políticas que permitan aprovechar en la provincia el «talento» que se genera en sus universidades y evitar su fuga hacia otras latitudes.