La OMS (Organización Mundial de la Salud) ha solicitado formalmente a China que comparta información detallada sobre un considerable aumento de enfermedades respiratorias.
Y aunque China lleva meses informando de un aumento de las enfermedades respiratorias en su territorio, las informaciones que acaban de aparecer en medios chinos, con largas colas de niños en hospitales y fotografías de bebés con gotero en los pasillos de centros pediátricos, han encendido las alarmas.
Porque además hay informaciones de médicos chinos asegurando que la situación que están viendo este año supera en cantidad y gravedad a la de años anteriores.
Colas en hospitales pediátricos
De momento los expertos en salud chinos aseguran que las enfermedades se pueden atribuir a patógenos conocidos como el de la gripe (influenza), o el causante de la pandemia del coronavirus (SARS-CoV-2) o también el Mycoplasma pneumoniae, que es una bacteria común que generalmente causa enfermedades leves en los niños.
Pero la realidad que está trascendiendo estos días no parece tener mucha relación ni con la gripe, ni con un brote habitual de neumonía, ni con los típicos brotes de VRS (Virus Respiratorio Sincitial).
Algunas noticias e informes que se van extendiendo en redes sociales describen multitudes de niños en hospitales con neumonía, pero sin especificar la causa exacta de la enfermedad.
Y el comunicado de la OMS de hoy explica su preocupación:
«No está claro si estos hechos están asociados con el aumento general de infecciones respiratorias previamente informado por las autoridades chinas, o con eventos separados”.
Desconfianza con las autoridades sanitarias chinas
Varios expertos han manifestado estos días que el actual aumento de casos podría no ser motivo de preocupación, y explican que lo razonable es esperar a nuevas pruebas que puedan explicar las razones de los casos sin un diagnóstico concreto, de momento.
El problema es el comportamiento de las autoridades chinas tanto durante el brote de SARS en 2003 como durante el inicio de la pandemia del coronavirus que comenzó en 2020, despierta desconfianza y hace que el mundo se ponga en alerta.
Y esa es probablemente la causa de esta reacción rápida por parte de la OMS que ha querido adelantarse y solicitando información a China.
La OMS dijo que había solicitado resultados de laboratorio de los casos reportados entre niños, así como más detalles sobre la carga actual que están soportando los sistemas de atención médica.
Y dijo también que se mantiene en contacto con médicos y científicos a través de sus redes en China.
Pero de momento los funcionarios chinos no han reconocido públicamente que exista una preocupación sobre patógenos desconocidos, y tampoco han respondido públicamente a la declaración de la OMS. Y en cuanto a los medios de comunicación del país, lo que están haciendo hasta el momento es un llamamiento a la calma explicando que el innegable aumento de las enfermedades respiratorias se debe fundamentalmente al levantamiento de los tres años de estrictas restricciones por el coronavirus.
Añaden que las restricciones de estos últimos años han mantenido alejados a los virus de invierno de toda la vida, y que por eso parece más dramático este incremento de casos.
De momento no hay datos sobre el número de casos ni sobre la evolución de la enfermedad, si bien ha trascendido que un hospital ha tenido que realizar en un día casi siete veces más broncoscopias de las que hacen habitualmente.
También hay datos para la tranquilidad
Varios expertos han asegurado que la aparición de estos casos no diagnosticados, pero con síntomas similares a la neumonía no tienen por qué significar la aparición de un nuevo patógeno, ya que son síntomas muy habituales en invierno.
También es esperanzadora la afirmación de que en muchos otros países experimentaron un aumento importante de las infecciones cuando se levantaron las medidas restrictivas contra la COVID-19.
La clave ahora, aseguran los expertos, es realizar pruebas a los niños que están enfermos en China y confirmar o descartar las causas conocidas.
Y si las pruebas diagnósticas siguen saliendo negativas, significaría que no se identifican con ninguno de los virus conocidos y podrían apuntar hacia un nuevo patógeno».