Seguro que en alguna ocasión has intentado escaquearte de algún plan o de alguna de tus obligaciones. En ‘Herrera en COPE’ hemos preguntado a nuestros fósforos por aquellos momentos en los que les han pillado intentando evitar alguna de sus obligaciones o momentos en los que ellos mismos han descubierto a otro haciéndolo.
Una de las historias más llamativas es la de Manuel, un detective privado de Málaga que ha narrado su historia más increíble a Alberto Herrera. Descúbrela en el siguiente audio.
«Podríamos estar toda la mañana, pero la más significativa es una que descubrí yo», comienza explicando este oyente en ‘Herrera en COPE’. Todo ocurrió el año en el que España ganó el Mundial de fútbol en Sudáfrica, cuando cuatro trabajadores se dieron de baja a la vez casualmente.
Sin embargo, no era casualidad: «La sorpresa fue que utilicé las redes sociales, vi que estaban hablando mucho del Mundial y los pillamos saliendo del hotel en Johannesburgo en los días que estaban de baja con la vuvuzela y todos pintados».
Los trabajadores se quedaron realmente asombrados por cómo les habían descubierto. «Te voy a decir una táctica nuestra y es que en todas las ciudades hay cámaras de tráfico, buscamos las de enfrente del hotel, las dejamos grabando y los pillamos saliendo y entrando. Evidentemente, cuando volvieron a Málaga se encontraron con la cara de despido», ha explicado el detective privado.
Cuatro horas escondido en una ducha
Esta no es la única historia divertida que nos han contado los fósforos. El caso de Jaime es uno de lo más graciosos. Este oyente explica que de pequeño hacía pellas junto a un amigo y que un día estuvieron a punto de pillarles. «Su madre siempre se iba a trabajar al campo y en una de estas que nos fuimos a casa llegó el padre, que tiene una mano como una sartén y nos escondimos en una ducha de un metro cuadrado».
La suerte no estaba de su parte ese día, y es que mientras estaban escondidos en la ducha entró el padre de su amigo al baño a hacer sus necesidades, periódico en mano. «Como le de por correr la cortina nos morimos los dos de un infarto y él del susto», pensó Jaime. Sin embargo, pese al mal rato, nos les descubrieron.
De baja en el parque de atracciones
Juan explica que fue él quien pilló a un chico. «Yo era el encargado en una ferretería, estaba el jefe y él que era el que hacía el reparto. Un viernes nos llama con la pena máxima, diciendo que estaba fatal, que había vomitado mucho y nos dio más pena de la habitual», relata en COPE.
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«El viernes por la tarde no me lo quitaba de la cabeza, digo que pena, le voy a pegar un telefonazo. No había conocido mi teléfono, y me respondió diciendo «Hola, estoy aquí en un parque de atracciones, en Isla Fantasía». La cara que se me quedó a mi el jefe me vio y me dice, ¿qué te pasa? La que le calló fue terrible», ha detallado.
Finge una enfermedad y le visita un inspector
Por su parte, a Juan Antonio estuvieron a punto de pillarle, aunque se libró «por los pelos». Explica que en 1980, cuando él aun vivía en Barcelona en casa de sus padres, tenía la boda de un amigo, pero no consiguió cambiar el turno en el trabajo. Se inventó que le dolía la garganta y se quedó en casa para poder ir a la boda. Con tal mala suerte que le mandaron una inspección de trabajo. Sin embargo, se libró porque el médico vio que tenía la garganta un poco roja.
Escucha estas y otras muchas anécdotas en el siguiente audio.