Enel, la matriz de Endesa, ha anunciado este miércoles que planea reducir sus gastos en 1.200 millones a 2026, mientras anuncia unas inversiones de 35.800 millones en el próximo trienio, un 3,2% menos que lo planeado entre 2023 y 2025, según su nueva hoja de ruta a 2026, presentada en Milán. El grueso de sus inversiones se centrará en seis países en los que puede «aprovecharse» de su carácter de compañía integrada, siendo uno de ellos España, donde prevé destinar alrededor de 8.950 millones de euros (en esta cifra se incluye Portugal, aunque no se cita este último como país prioritario).

Además, Enel pondrá el foco en su país de origen, Italia, donde invertirá el 49% del total, así como Brasil, Chile y Colombia, con el 19%, y Estados Unidos, con el 7% restante. Se tratan todos ellos de países con «estabilidad regulatoria», según la compañía, algo imprescindible ya que prevé centrar buena parte de su dinero en su negocio regulado. En concreto, la mitad del total de la inversión prevista se dirigirá a renovar y ampliar las redes eléctricas (18.600 millones) para mejorar su «calidad, resiliencia y digitalización, así como las nuevas conexiones», siendo su mercado de origen, Italia, el principal destino del dinero (12.200 millones).

Al mercado liberalizado destinará la otra mitad del montante total. En concreto, unos 12.100 millones se dedicarán a instalar más renovables, pero con un «enfoque más selectivo», centrado en invertir en eólica terrestre, solar y almacenamiento de baterías, así como la repotenciación de parques. De esta cifra, unos 7.200 millones será para renovables en Europa, mientras que el resto se reparte entre América Latina y Estados Unidos con la aspiración de instalar 13,4 gigavatios (GW). Y los 3.000 millones restantes irán para mejorar su operativa de clientes para potenciar sus ofertas empaquetadas con las que fidelizar a los clientes y obtener mayor rentabilidad.

El objetivo de la propietaria del 70% de Endesa es que el beneficio bruto de explotación (Ebitda) del grupo crezca entre 23.600 y 24.300 millones de euros en 2026 y su beneficio neto aumente hasta los 7.100 y 7.300 millones de euros. En 2022, la compañía italiana obtuvo un Ebitda de 16.386 millones de euros y un beneficio neto de 5.391 millones de euros. Además, confirma un dividendo mínimo de 0,43 euros para el periodo con la posibilidad de aumentarlo hasta el 70% del beneficio ordinario neto.

Enel prevé impulsar su generación de caja, con un total de unos 43.800 millones de euros que se espera que cubran las inversiones netas y los dividendos.

La compañía planea reducir sus costes, en 1.200 millones de euros en 2026, de los cuales unos 1.000 millones de euros será gracias a «eficiencias de costes» que se lograrán mediante cambios en «procesos comporativos, racionalizar la organización, optimizar la combinación entre internacionalización y subcontración y el aprovechamiento de tecnologías que se adapten en un país base». Los 200 millones restantes de ahorros se prevé que lleguen de mejoras en «costes comerciales regulados».

En su nueva estrategia se reafirma en su intención de cerrar todas sus plantas de carbón en 2027 –en España están ya clausuradas o en proceso–, pero no hace ninguna referencia al gas. La italiana anunció antes de la crisis energética que todas su plantas térmicas estarían cerradas en 2040. «El grupo confirma su ambición de alcanzar las emisiones cero en 2040«, se limita a decir.