A la Universidad de Oviedo le «desborda» el papeleo por el gran salto dado en investigación. La institución académica asturiana captó hasta septiembre de este año 36 millones de euros en proyectos científicos, frente a los 27 de 2022. Son 9 millones más, debido principalmente a la atracción de fondos europeos, 187 investigaciones más y 10 nuevos grupos, que elevan la cifra total a 183. Este crecimiento en los laboratorios está generando graves problemas de gestión en las oficinas. El servicio de investigación se encuentra «colapsado», critican los científicos, y «cualquier procedimiento se dilata una barbaridad»: «Es un desastre absoluto». El rector, Ignacio Villaverde, reconoció ayer ante el Claustro el problema y anunció que llevará a cabo una «reestructuración a fondo del servicio», que empezará por algunas medidas de urgencia, como la contratación de más personal.
«Son 183 grupos de investigación, 1.100 proyectos, 11.000 facturas, 4.500 comisiones de servicio… Nuestro servicio de investigación está desbordado y no hemos acertado con la fórmula. Asumo toda mi responsabilidad. He fallado, no he estado a la altura y centraré todo mi esfuerzo en solucionarlo», afirmó el Rector. Entre las acciones que se pondrán ya mismo en marcha para tratar de «desatascar» la gestión de la ciencia destacan: la contratación de seis personas –ya incorporadas y que hacen un total de 35, aunque dos trabajadores están de baja–, el cambio en la direcciones de área, la introducción de una segunda jefatura, el paso a gerencia de la gestión de contratación de personal, la contratación de una asistencia técnica para «los proyectos singulares o de especial complejidad», la puesta en marcha de la factura y el expediente electrónicos –y «en breve» de las comisiones de servicio automatizadas–, y la aplicación de un sistema de declaraciones responsables que alivie la sobrecarga de las justificaciones.
La mayoría de las intervenciones que ayer hubo en el Claustro, celebrado en el Aula Magna de la Facultad de Economía y Empresa, fueron sobre este asunto. Los profesores aseguraron que el servicio de investigación de la Universidad lleva «meses muy malos de funcionamiento» y le pidieron al Rector «no poner parches, sino buscar un nuevo modelo» de gestión. Aunque ahora el problema se ha hecho mayor, debido al aumento de la producción científica, en realidad el servicio acumula años de deficiencias. El principal problema, según explican los investigadores, es la alta rotación que hay en su personal. Por decirlo claro, es un servicio con una gran carga de trabajo que no quiere nadie. Y los que entran, se acaban yendo a los pocos meses.
El equipo de gobierno, según Villaverde, ya ha puesto coto a esa «centrifugación constante» de trabajadores. «Ahora tienen un compromiso de permanencia con el puesto en el que están; ya no pueden cambiar cuando quieren. Nos hemos encontrado casos de tres cambios distintos en un mes. Y de los 1.000 PTGAS (personal técnico, de gestión y de administración y servicios) que tenemos, alrededor de 800 cambiaban de sitio en un año. Eso no hay organización que lo sostenga», expuso.
A ello se suma, en palabras del Rector, quien insistió que no quiere «excusarse», la falta de medios y la condición de administración pública. «Mientras que la Universidad de Málaga, que es uno de nuestros modelos a seguir, tiene a treces personas para gestionar exclusivamente facturas y comisiones de servicio, nosotros tenemos a una y media y el volumen de trabajo es parecido», señaló. Respecto a los viajes, Villaverde criticó que «nos ponen el mismo traje que a la Demarcación de Carreteras cuando nosotros tenemos a 4.500 investigadores viajando». Por si fuera poco, «el Ministerio nos sobrecarga de exigencias» para justificar los gastos. Villaverde afirmó que «se necesita un cambio estructural», pero que éste «necesita tiempo».
Por cada euro, dos
El Rector acudió al Claustro de la Universidad de Oviedo, que es el mayor órgano de representación de la institución académica, para dar cuenta de su gestión a lo largo de este último año. Con la ganancia de músculo investigador, Villaverde defendió que queda demostrado que «invertir en la Universidad es una inversión productiva»: «El retorno es de 2 euros por cada euro invertido en la institución. Representamos el 1,4% del PIB». Los ingresos por proyectos científicos son, además, los mejores de por lo menos los últimos ocho años. En transferencia, la Universidad creció en el presente ejercicio, pasando de 395 contratos firmados en 2022 y 4,53 millones de euros gestionados a 415 contratos y 5,88 millones. Además, se crearon dos spin-off.
El máximo responsable académico habló en su balance de otro repunte: el de estudiantes, tras cursos en descenso. Son 200 más que el año pasado –20.408 totales, aunque la matrícula de postgrado no se cierra hasta diciembre–, con un incremento notable de los alumnos foráneos: en 302.
En los campus de la región, hay hoy 2.482 jóvenes de fuera, de los cuales 977 son extranjeros, que representan el 4% de la matrícula. «Debemos felicitarnos, después de varios cursos perdiendo estudiantes, pero también hay que ser prudentes y ver si esto responde a una tendencia o es algo puntual», indicó. Por otro lado, el Rector negó que «despilfarremos talento y lo dejemos marchar». Prueba de ello, dijo, es que este año se contrataron 87 predoctorales y 252 jóvenes investigadores con cargo a proyectos o contratos científicos. Asimismo, se incorporaron 48 nuevos profesores ayudantes. Con todo, los jóvenes representan «el 16%» de la plantilla docente e investigadora y la Universidad «avanza en su rejuvenecimiento».
Deportes y Criminología
En grados, Ignacio Villaverde avanzó que los expedientes de las futuras titulaciones de Ciencia de la Actividad Física y el Deporte y Criminología ya están en el Consejo de Universidades, que deberá emitir un informe de verificación favorable en los próximos meses. Esto, en tiempos, significa que «el curso que viene podremos implantar los dos grados, como teníamos previsto». El Rectorado no solo está potenciando la oferta de títulos oficiales –este curso se pusieron en marcha tres dobles grados y, por primera vez, un doble máster–, sino también propios. Así, si el año pasado había 62 títulos, 13 de ellos microcredenciales, ahora hay 70, siendo 23 microformaciones.
Fruto de la alianza Ingenium, el supercampus internacional que lidera la Universidad de Oviedo y que constituyen nueve instituciones extranjeras, el curso que viene se pondrán en marcha las primeras movilidades entrarán en funcionamiento las primeras titulaciones conjuntas. Lo mismo sucederá a nivel investigador, con la posibilidad de hacer proyectos compartidos.
Villaverde anunció que al Consejo de Gobierno del 23 de diciembre llevará ya el plan de ordenación docente para el próximo curso así como una propuesta de revisión y de implantación de nuevos másteres. «Siempre he dicho que en grados estamos bien, que satisfacemos razonablemente las necesidades de la región, pero en másteres es donde tenemos que pegar un salto cualitativo importante. Por eso, llevaremos al Consejo un cuadro en el que se recogerá cuáles son las prioridades de títulos y cuáles necesitan una revisión al estar funcionando», remató.
Cifras
1.100 proyectos de investigación
Son los gestionados hasta septiembre de 2023. Hace justo un año había 913. El aumento se debe a los fondos europeos.
183 grupos de investigación
En 2022 había 173, con lo cual se ha producido un incremento de 10 equipos científicos que trabajan en 697 laboratorios.
36 millones de euros
Son los fondos captados en proyectos de investigación este año frente a los 27 del anterior. Es una cifra récord.