La Audiencia de Barcelona ha condenado a un año, ocho meses y 15 días de cárcel a la joven acusada de conducir somnolienta de madrugada, atropellar mortalmente a un conductor que estaba en la calzada recibiendo asistencia de una grúa y herir de gravedad a un operario.
Según consta en la sentencia dictada de conformidad con el veredicto de un jurado popular, la procesada ha sido condenada a ocho meses de prisión por homicidio imprudente, a otros ocho por lesiones imprudentes, y a cuatro meses y quince días por omisión del deber de socorro.
Fiscalía, que inicialmente había pedido casi 4 años de prisión para la conductora, modificó su solicitud de penas en la fase de conclusiones y la rebajó a un total de dos años y tres meses de cárcel por los tres delitos por los que ha sido condenada.
El ministerio público también solicitaba contra dos amigas que la acompañaban en el coche, y que han sido juzgadas, una multa de 3.150 euros para cada una por omisión del deber del socorro, aunque finalmente la Audiencia las ha absuelto.
La condena, al ser inferior a dos años de cárcel, permitiría a la acusada eludir el ingreso en prisión con una suspensión de la pena.
La sentencia, contra la que cabe recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), da por probado que la madrugada del 5 de noviembre de 2016 la joven volvía a su a casa, en Sabadell, desde Barcelona conduciendo el coche después de celebrar su cumpleaños, pese a sentirse somnoliente.
La joven, que llevaba a sus amigas como acompañantes y conducía por la calle donde se produjo el siniestro a una velocidad superior a la permitida, arrolló a un conductor que estaba recibiendo asistencia de una grúa, con un gran impacto que le provocó la muerte inmediatamente, recoge el escrito.
Seguidamente, según desarrolla la sentencia, la conductora arrolló al operario de la grúa, que quedó herido de gravedad y que en 2018 fue declarado por el Ministerio de Trabajo en situación de incapacidad permanente.
El documento también refleja que la acusada, pese a ser consciente de que su acción podría haber provocado víctimas, «continuó circulando sin hacer nada para socorrerlas ni alertar a los servicios de emergencia para que las auxiliaran, pudiendo haberlo hecho sin que ello comportara riesgo alguno para su persona».
La Audiencia concluye que hacia las 15.00 horas del mismo día de los hechos -horas más tarde del suceso- la joven decidió personarse en la comisaría de los Mossos d’Esquadra de Sabadell y reconocer que ella era la conductora del vehículo, «sin conocer en ese momento si estaba siendo investigada».
La sentencia afirma que «el estado de somnolencia derivado del cansancio acumulado y la decisión de no detener la marcha del vehículo, fueron las causas principales de que la procesada no se apercibiera de la presencia» de las dos víctimas y las atropellara.
No obstante, y aunque la iluminación de la carretera era buena, también reconoce que «la grúa en el momento de los hechos no tenía accionada las luces naranjas rotativas reglamentarias», y que «no estaban colocados los triángulos reflectantes que advierten de la ubicación de un vehículo parado en la calzada».