Cepsa, en su compromiso con la economía circular, ha culminado con éxito la primera operación en España de coprocesado de aceite de pirólisis de plástico reciclado. Este proyecto, llevado a cabo en el Parque Energético La Rábida (Huelva), ha permitido a la compañía producir materia prima que después ha convertido en fenol y acetona de carácter circular a partir de plásticos de un solo uso, como bolsas o cubiertos de plástico, vertidos al contenedor gris.
Para llevar a cabo esta primera prueba, se han reciclado 300 toneladas de plástico residual, logrando dar una segunda vida a plásticos que no pueden volver a ser reutilizados y que si no hubieran sido reciclados químicamente se habrían acumulado en un vertedero. Estos residuos plásticos residuales han podido ser aprovechados como materia prima alternativa al petróleo tras ser sometidos a una temperatura de 500ºC sin oxígeno en un reactor con enfriamiento posterior.
Así, se ha logrado convertir estos plásticos de un solo uso en materia prima para la producción de aerogeneradores, placas solares o productos tecnológicos, entre otros muchos usos del fenol. Esta innovadora operación en nuestro país, fruto de meses de investigación y pruebas a diferentes escalas, supone un paso más de Cepsa en su apuesta por la economía circular y la utilización de materias primas alternativas al petróleo para la producción de soluciones sostenibles para la movilidad y la industria química.
Rafael Larraz, director de investigación y desarrollo de Cepsa, ha mostrado la satisfacción de la compañía por lograr resultados exitosos en una prueba de estas características: “Durante más de año y medio, la coordinación de los diferentes equipos implicados ha sido clave para el éxito de esta prueba pionera, para la cual ha sido necesario el trabajo conjunto de más de cincuenta profesionales de hasta ocho áreas distintas de la compañía. En Cepsa seguiremos invirtiendo en innovación con el objetivo de disponer de soluciones más sostenibles y eficientes”.
Por su parte, Jorge Acitores, director del Parque Energético La Rábida, ha declarado: “Es un orgullo situar de nuevo a Huelva en la vanguardia industrial. Seguiremos trabajando desde el Parque Energético La Rábida en proyectos como este, mediante el que hemos logrado dar una segunda vida a materias primas que estaban destinadas a ser desechadas, dentro del compromiso de Cepsa con la economía circular”. También Esther González, directora de la Planta Química Palos, ha señalado: “Esta novedosa operación de coprocesamiento plástico abre también la posibilidad de suministrar acetona de origen circular al proyecto de la nueva planta de Isopropanol de Cepsa Química en Huelva, que estará operativa en 2025”.
Este proyecto, pilotado sobre las bases de investigación y desarrollo, seguridad e innovación, refuerza los ambiciosos compromisos de Cepsa por la descarbonización y por el uso de la economía circular, enmarcados en su estrategia Positive Motion, mediante la que la compañía busca convertirse en referente de la transición energética en esta década. Cepsa está impulsando la consecución de estos ambiciosos objetivos a través de la implementación de nuevas tecnologías, el desarrollo de proyectos de coprocesamiento de residuos y la identificación de sinergias con otras empresas para promover la simbiosis industrial.
Cepsa se encuentra en plena ejecución de la sustitución progresiva de las materias primas fósiles por fuentes renovables y recicladas. En este sentido, la compañía energética aspira a convertirse en un actor clave en la construcción de nuevos modelos de producción sostenibles, por lo cual se compromete a aumentar la cuota de materias primas renovables y circulares en sus Parques Energéticos hasta el 15% para 2030. Esto implicará el uso de 2,8 millones de toneladas de materias primas biológicas durante la presente década de las que el 75% serán de segunda generación (2G) y otros residuos que, de otro modo, serían desechados. Asimismo, la compañía se ha comprometido a aumentar la circularidad de los residuos procedentes de sus operaciones en un 50% para 2030 (frente a 2019), lo que supondrá reciclar y valorizar 8.000 toneladas en sus centros industriales en Andalucía, ubicados en Cádiz y Huelva.