El hombre detenido en Lanjarón (Granada) por el intento del asesinato a Alejo Vidal-Quadras es seguidor del chiismo, una de las ramas más extendidas del islam. La Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional cree que este fue uno de los encargados de preparar el atentado y de contratar a los sicarios que llevaron a cabo el crimen.
Así lo desvelan a EL ESPAÑOL fuentes próximas a la investigación. Estas mismas fuentes confirman que la operación sigue abierta y se está buscando a un cuarto individuo de origen tunecino que estaría implicado igualmente en el caso.
El arrestado de Lanjarón tiene la nacionalidad española. Este individuo fue detenido junto a su pareja, una mujer de nacionalidad británica, esta misma mañana. La responsabilidad de esta segunda arrestada en los hechos todavía no está clara, pero los agentes de la Policía Nacional la detienen para que también preste declaración.
En la misma operación llevada a cabo por la Comisaría General de Información (CGI) ha sido también detenido otro hombre español que ha sido localizado en la localidad malagueña de Fuengirola. Ninguno de los tres, apuntan las mismas fuentes, sería el autor material del intento de asesinato.
La pista que condujo al detenido en Málaga, según apuntan las mismas fuentes, es la motocicleta en la que huyeron los sicarios que cometieron el crimen a la una de la tarde del pasado 9 de noviembre en la calle Núñez de Balboa, en el centro de Madrid, ante la vivienda del exdirigente del Partido Popular y fundador de Vox.
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Esa motocicleta, como adelantó EL ESPAÑOL la tarde posterior al intento de asesinato, apareció calcinada en una zona despoblada de la localidad de Fuenlabrada. Junto a las grabaciones de seguridad de esa céntrica calle del barrio de Salamanca, eran las dos principales pistas de la Policía Nacional, el hilo del que han tirado los encargados de las pesquisas, que se instruyen desde el Juzgado de Instrucción nº5 de la Audiencia Nacional.
Cuando los investigadores encontraron la moto, la misma tarde del crimen, no se había carbonizado por completo. Este hecho propició que se pudiera recuperar el número de identificación del vehículo, y ello sirvió para seguir la pista hasta esa provincia. Allí se dio con uno de sus dueños, un francés de origen magrebí, al que ahora se busca. Al tirar de ese hilo, se llegó a esa persona arrestada este martes.
Estrecha vigilancia
Por otro lado, la pista que condujo a la Policía Nacional hasta los detenidos de Granada fue la presencia de un vehículo, en una calle del municipio Lanjarón. El coche no debía estar allí aparcado porque esa explanada está siendo acondicionada para acoger estos días la Feria Agroalimentaria y de la Miel de ese ayuntamiento.
Las gestiones del Ayuntamiento para dar con el paradero de sus propietarios condujo hasta una agencia de alquiler de vehículos, ubicado también en Málaga, donde el coche había sido adquirido en arrendamiento. La agencia abrió parte, ha explicado el alcalde de Lanjarón, y eso hizo que saltaran las alarmas.
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Ese mismo vehículo estaba siendo buscado por los investigadores del caso de Vidal-Quadras. El automóvil aparecía en las grabaciones de las cámaras de seguridad cercanas a la vivienda del político y abogado en los días previos. Es decir, había sido utilizado para los seguimientos al político y abogado.
Este hallazgo propició que la Policía Nacional montara esta madrugada un amplio dispositivo que dio como resultado la localización y detención de esas dos personas.
El expolítico fue atacado el mediodía del 9 de noviembre por un individuo que le disparó en la cara. Los investigadores han logrado acreditar que llevaban muchos días siguiéndole la pista y rastreando sus movimientos para encontrar la ocasión idónea en la que atacarle. Hasta esa mañana, cerca del domicilio de Vidal-Quadras, al que el político regresaba como cada día de hacer deporte.
Cuando se dirigía a la puerta de su casa, uno de los sicarios se bajó de la motocicleta de color negro en la que le estaba esperando. Se acercó a él y entonces, sin quitarse el casco de color negro tras el que ocultaba su rostro, sacó una pistola 9 mm Parabellum con la que abrió fuego.
La bala le entró por el pómulo derecho y le salió por el izquierdo. Vidal-Quadras se quedó de pie taponándose la herida con las manos mientras los atacantes huían en la motocicleta por las calles de Madrid. Horas después era estabilizado y por fortuna ya no se temía por su vida.
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