Un guardia civil de Alicante que iba a ser juzgado la semana pasada por un jurado popular como acusado de un delito de malversación de caudales públicos evitó la vista oral con un acuerdo de conformidad y aceptó ser condenado a una pena de cinco meses de prisión y diez meses de inhabilitación por haberse gastado en un salón de juegos 9.000 euros que se intervinieron en una operación antidroga en 2020. El agente condenado por la Audiencia tras este acuerdo tenía problemas de ludopatía en el momento de suceder los hechos y tras haber estado en tratamiento por ello ya ha recibido el alta.
La Fiscalía le pedía inicialmente una pena de un año y once meses de prisión y cinco años de inhabilitación para empleo público, pero el abogado del agente, Miguel Ángel Monserrat Gandolfo, alcanzó un acuerdo con el Ministerio Público donde además de bajarle la pena a cinco meses de cárcel y diez meses de inhabilitación no se opuso a la suspensión de la ejecución de la condena durante dos años. El fiscal tuvo en cuenta la reparación del daño porque ha devuelto el dinero que se gastó en ocho horas en la ruleta y consideró que se le debe aplicar la eximente incompleta de anomalía o alteración psíquica por la ludopatía que padecía.
Así se ha recogido en la sentencia dictada por la Audiencia, que le condena a cinco meses por malversación de caudales públicos. Los hechos objeto de la acusación que han sido reconocidos por el acusado ocurrieron en agosto de 2020, cuando ya estaba en tratamiento por problemas de ludopatía.
El guardia civil estaba destinado en la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Alicante y fue enviado junto con un compañero hasta la localidad murciana de Molina de Segura con motivo de un operativo antidroga. La Guardia Civil realizó una inspección ocular de un camión con matrícula portuguesa el 4 de agosto e intervino en la cabina del conductor doce bolsas con marihuana y 9.000 euros en billetes de 20 y 50 euros.
Bajo su custodia
La droga y el dinero, aunque no recibió orden de un superior para ello, quedó bajo la custodia del agente acusado hasta su puesta a disposición judicial.
El guardia civil regresó a Alicante tras la intervención en Molina de Segura y sobre las 02:00 horas del día siguiente, «con ánimo de enriquecimiento», cogió los 9.000 euros de la intervención y se trasladó a las instalaciones de un salón de juegos situado en la calle Portugal de Alicante. Allí estuvo desde las 02:13 horas hasta las 12 horas. Comenzó a jugar a la ruleta con el dinero de la operación antidroga, apostó los 9.000 euros sustraídos y perdió todo. A continuación se marchó del establecimiento y al haber perdido los 9.000 euros y no tener más dinero para reponerlo fue descubierto en la Comandancia y denunciado. La droga sí pudo entregarla pero el dinero no debido a sus problemas de ludopatía.
El acusado padecía una alteración del control de los impulsos por ludopatía y afectaba parcialmente a su imputabilidad, según la sentencia de conformidad. La semana pasada iba a celebrarse el juicio con jurado popular en la Audiencia de Alicante, pero los partes firmaron el acuerdo de conformidad en el que el agente reconoció su culpabilidad. Antes de firmarse el acuerdo, el acusado, que también acudió a la Audiencia para firmar el acta de conformidad, consignó en la cuenta judicial los 9.000 euros que dispuso para que sean entregados a la Dirección General de la Guardia Civil.