La Comisión para los Asuntos de los Detenidos de la Autoridad Palestina ha denunciado un aumento de las represalias contra los presos palestinos en Israel, cuya cifra supera los 10.000, un número que se ha duplicado desde el inicio del actual conflicto entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) en la Franja de Gaza.
Entre los principales castigos estarían los cortes de electricidad de varias horas dentro de las celdas o la cancelación de las visitas tanto de abogados como de familiares e incluso médicos, según ha informado la cadena panárabe Al Yazira.
Las autoridades israelíes habrían prohibido a los detenidos cerrar las ventanas a pesar del frío, salir al patio e impedido que el 70 por ciento de los presos enfermos tomasen sus medicamentos diarios. Además, habrían disminuido la cantidad de comida que reciben y confiscado todos los aparatos electrónicos, ropa de cama y objetos personales.
Las fuerzas israelíes han aumentado sus detenciones en Cisjordania, llevando a cabo decenas de arrestos diarios desde los ataques de Hamás contra el sur de Israel el pasado 7 de octubre, que se saldaron con más de 1.200 muertos y 240 rehenes.
Los ataques tanto aéreos como terrestres del Ejército israelí contra la Franja han provocado la muerte de más de 13.000 palestinos, entre ellos 4.500 niños, mientras que en Cisjordania, en el que se contabilizan también asaltos de colonos, este número es de más 200 palestinos, entre los que hay 52 menores de edad.