¿Cuántos Antonio Díaz habrá por ahí? Sergi Mas, conductor de la gala Català de l’Any, no dudó ni un momento de que quien tenía enfrente, sentado en una silla junto a él sobre el escenario, era, seguro, el mismísimo Antonio Díaz, aunque este juegue constantemente al engaño. El propio Mas, autor del pódcast de EL PERIÓDICO, del grupo Prensa Ibéricaconfesaba poco antes de iniciar el acto que andaba desde el sábado, cuando vio por primera vez el espectáculo del Mago Pop en el teatro Victòria, asombrado.
Esta vez, en el Disseny Hub Barcelona, Díaz, que suele hacer cosas inverosímiles, no hizo nada sobrenatural, si es que la magia se puede catalogar así. Lo que sí hizo fue recibir algo complicado- para alguien como él, «amante de la estadística como jugador de ajedrez», porque nunca pensaba en ser candidato a recibir el galardón de EL PERIÓDICO. «Tenía una posibilidad entre ocho millones porque hay ocho millones de personas que también merecen este premio», expuso el mago al inicio de una entretenida charla con Sergi Mas que recibió varias carcajadas como respuesta por parte de la platea.
El ilusionista catalán, a quien el conductor del acto tildó también de «monologuista» y, cariñosamente, «gimnasta con figurín», confesó que, por si había dudas, sí tuvo de niño el mítico juego de Magia Borràs. Pero, más allá de eso, ese chaval -de ya 37 años- de Badia del Vallès, de madre andaluza y padre murciano, explicó otro secreto: «Los trucos [de magia] nacen porque como niño de Badia tenía demasiado tiempo libre».
Mago Pop llegó a la gala con un minibus para que entrase parte de su equipo (más de una veintena de personas), para quien tuvo cálidas palabras de agradecimiento, muchos de ellos presentes ayer. Especial fue el cariño hacia el ahora compañero Mag Lari (director de su espectáculo ‘Nada es imposible’), el hombre que inspiró a un niño Antonio Díaz cuando le vio por primera vez en Sant Quintí de Mediona, el pueblo en el que veraneaba el Català de l’Any 2023. «Es mi referente profesional, trabajamos y soñamos juntos. Él es Català de l’Any todos los días del año», sentenció el ilusionista de Badia del Vallès.
Aunque más de uno lo esperaba, el Mago Pop no hizo ningún truco anoche. El papel de estrella sorprendente se lo guardó para sí Sergi Mas, que con esa vis cómica tan particular prometió un truco, al menos, resultón. Sacó una baraja de cartas, le pidió al ilusionista que la enseñase al público, que la firmara después… Y fin del truco. «Es para mí, es un recuerdo, gracias. No la encontraréis en Wallapop, lo juro». Carcajadas en la sala, risas de un Antonio Díaz feliz, emocionado y sereno. «Quiero mucho a mi oficio, he hecho sacrificios, pero como todo el mundo, cada día voy a trabajar contento, es un privilegio dedicarte a lo que te gusta», sentenció antes de recibir el galardón. Mago de superéxito, empresario del espectáculo y, desde ayer, Català de l’Any para orgullo de Badia del Vallès, y de ese niño con demasiado tiempo libre.