La nueva legislatura española supondrá la reactivación de la mesa de diálogo del Estado con la Generalitat y este lunes el president Pere Aragonès ha invitado a Junts y a la CUP a formar parte de la delegación catalana en esta negociación. Es la primera vez tras la investidura de Pedro Sánchez que Aragonés formula formalmente esta invitación a los posconvergentes y a los anticapitalistas. «Abro la puerta a aquellos con quienes compartimos objetivos, al conjunto del independentismo«, ha dicho en una entrevista en TV3.

La propuesta es relevante porque hasta ahora ni Junts ni la CUP han visto con buenos ojos este instrumento de negociación. De hecho, en 2021 el partido de Carles Puigdemont quedó fuera de la mesa tras un encontronazo con ERC que puso en jaque al Govern. ¿Por qué ahora Junts y la CUP deberían cambiar de opinión querer acudir a reunirse con el Gobierno? El president de la Generalitat ha argumentado que en esta legislatura hay la «oportunidad histórica» de influir en el Congreso y en el ejecutivo de Sánchez porque los votos de ERC y Junts son decisivos. «Nunca como hora el independentismo había tenido esta capacidad de incidencia en Madrid», ha zanjado.

Para tratar de convencerlos, Aragonès también se ha mostrado convencido de que esta vez la mesa servirá para «poner las bases para votar», es decir, para celebrar un referéndum. Aunque el PSOE siempre se ha negado en redondo a estudiar una votación así, el president tiene en su poder esgrimir que los socialistas siempre rechazaron los indultos, las derogación de la sedición o la amnistía hasta que los aceptaron. Y lo hicieiron cuando necesitaron los votos independentistas en el congreso. Según Aragonès, Junts y la CUP tienen ya la oferta y «de momento» no han dado respuesto.