El PP goza de una cómoda mayoría absoluta en la comunidad más poblada de España y el presidente andaluz piensa “dar la batalla” en financiación y frente al agravio ante otras regiones. “Los andaluces no van a ser españoles de segunda”, es su lema. Lleva días ya Juan Manuel Moreno con ese discurso, que en Andalucía ya sonó con fuerza en tiempos pasados, cuando los socialistas se ponían en pie de guerra contra los gobiernos del PP. Sonada fue la legislatura de confrontación con José María Aznar en 2022, cuando se aprobó la reforma laboral, un ‘decretazo’ que llevó a una huelga general y que acabó en un mayoría absoluta de José Luis Rodríguez Zapatero. Quienes conocen bien la política andaluza, comentaban por los pasillos del Parlamento que poco tendrá que envidiarle la legislatura que viene a aquella, de hace 20 años.
Habrá ‘guerra’ con el Gobierno de Pedro Sánchez y el dinero será el plato fuerte, por encima de la amnistía porque si algo mueve a los andaluces es “lo que le toca al bolsillo”, en palabras de un diputado del PP andaluz. “Vamos a dar la batalla judicial, institucional y política”. Con mayoría absoluta, en la nueva legislatura andaluza el presidente andaluz está más que dispuesto a convertir su Gobierno en punta de lanza de la ofensiva de los barones del PP contra una trato desigual entre comunidades o privilegios a otras regiones. Ya ha reclamado 17.000 millones de euros para Andalucía, para equiparar la oferta de 15.000 millones a Cataluña, exige la reforma urgente del sistema de financiación autonómica y sitúa las inversiones en obras hidráulicas para combatir la sequía que amenaza el PIB de la comunidad, como saludo de bienvenida a Sánchez.
Moreno fue el primero en mandar una carta al presidente reclamando la convocatoria urgente de la Conferencia de Presidentes. El presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas (PP), también ha secundado esa solicitud en un escrito en el que pide “un trato justo” para todas las autonomías. Sánchez ya aterrizó en Ceuta entre gritos y abucheos en su última visita, en una ciudad autónoma que vive con mucha tensión la presión migratoria. Como en Melilla. Ambas fueron mencionadas por Alberto Núñez Feijóo en el debate de investidura, por tener las listas de espera de sanidad más largas de España, reclamando a Sánchez atención a estas dos ciudades, al ser las únicas donde la competencia es exclusiva del Gobierno central.