El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, destacó el sábado la existencia de una presión internacional considerable en contra de la guerra de Israel contra Hamás. Reafirmó su compromiso de continuar con la campaña militar en Gaza hasta derrocar al grupo terrorista y liberar a los rehenes secuestrados. En una extensa conferencia de prensa, Netanyahu desmintió informes sobre posibles acuerdos para la liberación de las aproximadamente 240 personas retenidas, enfatizando que cualquier acuerdo sería comunicado a la opinión pública israelí.

Netanyahu expresó su apoyo a las familias de los rehenes, refiriéndose a la marcha de cinco días desde Tel Aviv a Jerusalén que finalizó el sábado. Invitó a las familias de los rehenes a reunirse con el gabinete de guerra la próxima semana. Al ser consultado sobre un posible acuerdo previo para la liberación de 50 rehenes, el primer ministro insistió en que no había tal acuerdo y reiteró su objetivo de recuperar a todos los rehenes.

Paralelamente, en la Plaza de los Rehenes de Tel Aviv, las familias de los rehenes y miles de partidarios se manifestaron, enfocándose especialmente en los aproximadamente 40 niños retenidos en Gaza. Esta manifestación coincidió con el Día Mundial de la Infancia, recordando a los niños retenidos por Hamás y otros grupos terroristas desde las masacres del 7 de octubre.

Las familias de los rehenes, tras la marcha a Jerusalén, se dirigieron a Tel Aviv. La jornada culminó con una concentración silenciosa en la calle Kaplan de Jerusalén, cerca de la Knesset, en memoria de las 1.200 personas asesinadas por terroristas el mes pasado y en oración por los rehenes. La concentración fue organizada por Shomrim Al Habayit Hameshutaf, enfocada en un homenaje silencioso.

Durante la concentración, Eitan Zur, hermano de Amir Zur, soldado asesinado el 7 de octubre, rindió homenaje a su hermano. El ex teniente de alcalde de Jerusalén, Tamir Nir, rabino reformista, recitó una oración por los rehenes. Tzivya Guggenheim, del Centro Shalem, criticó a las instituciones gubernamentales por su fracaso en responsabilidades, prometiendo un futuro mejor.

En la rueda de prensa, Netanyahu, acompañado por el ministro de Defensa, Yoav Gallant, y el ministro del Gabinete de Guerra, Benny Gantz, informó sobre los avances en la lucha contra Hamás, incluyendo la eliminación de miles de terroristas y la destrucción de infraestructuras clave. A pesar del apoyo de EE. UU. y otros países, destacó la creciente presión internacional contra la campaña de Israel en Gaza.

Israel permite entrada de 2 camiones de combustible al día a Gaza
Un camión que transporta combustible cruza hacia Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, el 15 de noviembre de 2023. (SAID KHATIB / AFP)

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, respondió a las críticas de su coalición y parte del electorado por permitir la entrada de combustible en la Franja de Gaza, aclarando las medidas tomadas por Israel a pesar de las presiones internacionales. Netanyahu enfatizó que Israel no se dejó intimidar ante las exigencias de no lanzar una invasión terrestre, no entrar en la ciudad de Gaza ni en el hospital Shifa. Aseguró que solo considerarían un alto el fuego temporal por la devolución de los rehenes, rechazando la presión para un alto el fuego total.

Netanyahu declaró que Israel persistirá en su lucha hasta alcanzar la victoria, destruir a Hamás y rescatar a los rehenes. Subrayó la importancia de mantener los intereses esenciales de seguridad y diplomacia de Israel, a pesar de la oposición. La firme postura de Israel les otorga el margen necesario para continuar con la operación, afirmó.

El primer ministro destacó el apoyo crucial de EE. UU., incluyendo el envío constante de armamento y equipos de defensa, y el respaldo bipartidista en el Congreso estadounidense. Netanyahu mencionó su comunicación diaria con la Casa Blanca y su esfuerzo por persuadir al público estadounidense sobre la justificación de las acciones de Israel. También elogió una concentración pro-Israel en Washington DC, la cual describió como un evento histórico.

Netanyahu afirmó que el apoyo militar de EE. UU. y la frustración de las iniciativas internacionales en contra de Israel son vitales para la continuación de su campaña militar. Reconoció la importancia de permitir ayuda humanitaria en Gaza para mantener el apoyo internacional y completar la guerra contra Hamás. La entrada de dos camiones cisterna de combustible por día en Gaza, aprobada por las FDI y el Shin Bet, fue una medida para evitar epidemias que afectarían tanto a los residentes de Gaza como a los soldados de las FDI.

Netanyahu resaltó que las FDI siguen las leyes de la guerra, y expuso tres misiones: la victoria completa sobre Hamás, el retorno de los rehenes, y garantizar que Gaza no vuelva a ser una amenaza. Aseguró que no permitiría la entrada de partidos que apoyen el terrorismo en Gaza y enfatizó la necesidad de una revolución en el gobierno civil de Gaza para prevenir el retorno al terrorismo. Finalmente, declaró que las FDI tendrán total libertad de acción en Gaza contra cualquier amenaza, como medida para garantizar su desmilitarización.

Tras las declaraciones del primer ministro Benjamín Netanyahu, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, informó sobre los avances de las FDI en su lucha contra Hamás en la Franja de Gaza. Gallant señaló que las FDI han entrado en la segunda fase de la invasión terrestre, operando también en el este de la Franja. Aseguró que Hamás ha recibido golpes significativos, perdiendo túneles, búnkeres y puestos, y que muchos de sus altos mandos han sido eliminados. El ministro indicó que los terroristas de Hamás tienen cada vez menos lugares por los que moverse y que aquellos escondidos en el sur de la Franja, donde las FDI aún no han enviado tropas terrestres, sentirán pronto la presencia israelí.

Gallant destacó la prioridad de traer a casa a los rehenes y expresó su creencia de que Hamás está manipulando emocionalmente a las familias de los rehenes y al público israelí. Reiteró la unidad del gabinete de guerra en su determinación de rescatar a los rehenes. Subrayó que los acontecimientos del 7 de octubre, referidos a acciones de Hamás, son peores que cualquier otro fenómeno mundial en las últimas décadas, y que la decisión de ir a la guerra para destruir a Hamás y recuperar a los rehenes es cada vez más acertada.

Por su parte, el ministro Benny Gantz, miembro del gabinete de guerra, afirmó que la operación militar en Gaza terminará únicamente cuando se pueda garantizar la seguridad y el retorno de los rehenes israelíes. Gantz subrayó su determinación en la lucha y la prioridad de recuperar a los rehenes. Destacó que todo esfuerzo está dirigido a traer a los ciudadanos israelíes a casa, enfatizando la importancia de recuperar tanto a los ancianos como a los niños.

Gantz hizo una aparente referencia a Hamás, señalando que Israel está dispuesto a dedicar décadas si es necesario para destruir al grupo terrorista. No obstante, enfatizó que no tienen décadas para traer a la gente a casa, por lo que la recuperación de los rehenes es una prioridad, sin que esto anule la obligación de destruir a Hamás. Resumió su postura diciendo que en Israel, nadie quiere otra cosa que no sea la recuperación de todos los rehenes.

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