El Ayuntamiento de Oviedo ya está a punto de cerrar una propuesta presupuestaria para el próximo año. Una trabajo depurado de ajuste, epígrafe por epígrafe, ha permitido a la edil de Economía, Leticia González, cuadrar unos números en tiempos de cierta dificultad, con el regreso de la disciplina fiscal a la vuelta de la esquina, el gasto de los servicios muy incrementado, inversiones desplazadas de este año al siguiente y unos ingresos prácticamente congelados. En medio de ese panorama Oviedo se dispone a aprobar un presupuesto para 2024 de 255 millones de euros. Es inferior al año pasado, que había establecido un récrod de 279,5 millones, pero esa diferencia de 24,5 millones no se traducirá en merma alguna ni en servicios ni en inversiones. Esa es la promesa de la responsable del área de Economía, que justifica la diferencia en la singularidad de los proyectos Edusi, ya caducados para el próximo año.
Leticia González defiende que las cuentas de 2024, las primeras a las que se enfrenta como nueva concejala de Economía, son, en realidad, «las segundas más altas de la historia reciente de los presupuestos en Oviedo, teniendo en cuenta incluso los años electorales».
Efectivamente, aunque el dinero se reduce respecto al año pasado –un escenario que este periódico ya adelantó hace quince días que sucedería–, en la serie histórica presupuestaria desde 2015 se comprueba que las cuentas son similares a la de hace dos años (un 0,8% más) y están ligeramente por encima a los máximos del anterior gobierno tripartito, que en 2018 presupuestó 245,3 millones de euros, un 4% menos que lo que ahora manejará el equipo de Canteli en su primer año con mayoría absoluta.
A falta de mayor concreción sobre el documento que se está acabando de cocer en el área de Economía, la concejala Leticia González hace hincapié en el «rigor» a la hora de calcular los recursos y los gastos y en esa condición de estar pegado a la «realidad», sin cifras maquilladas, «ajustado a las necesidades». Ese es el motivo, razona, que aleja este presupuesto del de 2023, porque este año el volumen de inversión incluyó una serie de «actuaciones singulares», obras que tenían una ventana de ejecución muy concreta, y también una financiación adosada, con la que ya no se cuenta para el p róximo año. «Obras como las del Bulevar de Santullano, o el Palacio de los Deportes, o el dinero que estaba previsto para la fábrica», razona la edil de Economía, «sumaban 51 millones, por lo que si las descontamos a las inversiones nos quedan ocho millones y medio, y por eso digo que la diferencia radica ahí y que, en realidad, vamos a tener más inversiones que el año pasado».
Ese capítulo, el inversor, a falta de la última cocina de números que pueda modificar algún decimal y con la salvedad de los informes técnicos, contará con 31,5 millones y es el resultado, explica Leticia González, de este trabajo milimétrico llevado a cabo en todas las áreas. En este caso incluso es más importante porque de la depuración de las inversiones la concejala espera conseguir, dentro de un año, una sensible mejoría en el grado de ejecución, una de las asignaturas pendientes del Ayuntamiento de Oviedo.
«Hemos consensuado con Infraestructuras para que todas las actuaciones previstas sean las que se van a poner en marcha, con el objetivo de conseguir un grado de ejecución muy elevado. Eso nos va a permitri influir en el equilibrio presupuestario y mejorar las cifras para dentro de dos años», relata la concejala. González añade, además, que la bajísima ratio de ejecución de las inversiones «no es algo ajeno a otras administraciones, es común a todos e incluso al gobierno del Principado».
Pese a la congelación de los impuestos, algo que la concejala insiste en que mejora la economía local funcionando como incentivo para las empresas, la previsión de la que parten las cuentas del próximo año es de una cifra de ingresos es «un poco superior al año pasado». Ese margen permite hacer frente al incremento de los gastos, en especial los derivados de la reactualización de contratas municipales que han tenido que actualizar precios o la incorporación de nuevas tasas, como la participación en Cogersa y la decisión del Ayuntamiento de Oviedo de «no repercutirlo en el ciudadano para no seguir ahogándolo». Leticia González admite, no obstante, que la ley acabará obligándoles a repercutirlo, pero destaca que lo han retrasado hasta el máximo plazo posible.
¿No hay recorte en el gasto social, en las subvenciones a los clubes deportivos, en las becas escolares? La concejala insiste en que no y afirma que incluso en algunos casos, como en el de las becas, la partida «es un poco más alta». La explicación de este milagro presupuestario, relata, es la del «rigor». «Hemos trabajado de forma conjunta con todos los concejales y con el grandísimo trabajo de los funcionarios lo hemos conseguido; mantenemos los servicios de calidad y no comprometemos las ayudas sociales». Lo que no ha hecho, avisa es «presupuestar por encima de lo que se gasta solo por vender un tipo de presupuesto». «Eso sería una irresponsabilidad y acabaría afectando al gasto», concluye.
Respecto al calendario, se confirma que el dinero de 2024 no estará listo desde el uno de enero. Aunque no tardará mucho. La concejala confía en lograr la aprobación inicial antes de que acabe el año y eso significa que a finales del primer mes, calcula, podría estar aprobado de forma definitiva y entrar en vigor. Hasta ese momento, durante las primeras semanas del año, el Ayuntamiento funcionará en situación prórroga.