Parecía que cambiaba la película con las dos victorias consecutivas conseguidas en casa por el Casademont Zaragoza de Porfirio Fisac, que ha tenido que hacer frente a la más atípica pretemporada de su carrera -como él mismo reconoció- que se extendió hasta las primeras jornadas de la Liga ACB, donde el segoviano y los suyos se vieron obligados a continuar con las pruebas, aunque ya con fuego real.
Sin embargo, las dos apretadas derrotas que la escuadra aragonesa ha concedido en las últimas dos jornadas han traído de vuelta el revuelo y la preocupación a la parroquia rojilla en torno a las prestaciones de su equipo en el campeonato doméstico.
Las primeras diez jornadas de competición se han saldado con siete derrotas y solo tres victorias para el conjunto dirigido por Fisac, que tiene por delante el gran reto de revertir la situación como parecía estar empezando a hacerlo cuando su equipo encadenó las dos victorias consecutivas ante Joventut y Bilbao. Estas parecían evidenciar algo de claridad tras un inicio prácticamente aciago en el que solo se ganó al Unicaja en las seis primeras jornadas, pero la realidad es que los números del Casademont son insuficientes para un equipo que vuelve a acercarse a la zona roja, ocupada por el Palencia y el Breogán, próximo rival rojillo que marca el descenso con dos victorias, una menos que el cuadro zaragozano.
A veces son peores las sensaciones que los datos, y esta afirmación retrata a un Casademont que, pese a mejorar en su juego ofensivo y en las acciones corales tras la adaptación de sus últimas incorporaciones a la idea de Fisac, ha mostrado una imagen frágil en defensa en varias acciones claves de los duelos ante el Valencia y el Gran Canaria. En el primero de estos, una gran primera parte parecía encaminar al equipo a su primera victoria lejos del Príncipe Felipe, pero los diferentes errores en la pista y en el banquillo tiraron por la borda un serio encuentro de la escuadra aragonesa y permitieron a un Valencia mermado dar la vuelta al marcador.
Si bien Langarita estaba siendo una de las principales amenazas rojillas, Fisac prescindió de él durante el tercer y el cuarto período y el equipo echó en falta su frescura. En este punto se acabó una racha de tres semanas y cuatro partidos sin conocer la derrota y se desperdició la mejor ocasión para estrenar el casillero de victorias como visitante en la Liga.
Frágiles ante el Gran Canaria
Y, si el cuadro aragonés cedió en el choque en La Fonteta con problemas en el ataque, este sábado lo hizo con una inoperabilidad defensiva en demasiados tramos del partido que permitió al Gran Canaria divertirse a costa del Casademont desde la línea de tres. Hasta ocho veces anotó desde la zona exterior el cuadro de Jaka Lakovic en el tercer cuarto, empañando las buenas acciones rojillas y el empuje demostrado por el equipo. En todo el partido, los isleños anotaron tres veces más tiros exteriores que los pupilos de Fisac, con 18 triples por los solo 6 de la escuadra zaragozana.
Pese a la extensa diferencia, los pupilos de Fisac lograron mantenerse en el partido gracias a un ímpetu y una garra fuera de dudas sobre la pista, pero concedieron demasiados espacios a sus adversarios y sufrieron en los cambios de marcaje, algo que no desaprovecharon los canarios para arrancar la segunda victoria visitante de la temporada en el Príncipe Felipe.
Si Fisac ya avisó antes del último duelo que el equipo debía corregir el déficit de la única derrota en casa hasta ese momento con una victoria como visitante, el próximo compromiso en el feudo del Breogán se antoja clave para discernir, tras diez jornadas de vaivenes, si al Casademont le espera otra campaña de sufrir por no descender o si el equipo está listo para dar un paso adelante en busca de la tranquilidad en la ACB.