Se trata de un té verde casi totalmente libre de teína, del que existen dos variantes: a partir de las hojas de la Camellia Japonica podemos obtener hojicha, mientras que tostando las ramas de la misma planta obtenemos kukicha.
Vivir sano y mucho tiempo gracias a este extraordinario té oriental
Uno de los muchos beneficios de beber té bancha con regularidad es que facilita la digestión y acelera el metabolismo. Además, es extremadamente rico en sustancias beneficiosas como el hierro, el calcio y la vitamina A. De hecho, debido a su alta concentración de hierro, es perfecto para quienes padecen anemia.
El té de bancha también tiene efectos extraordinarios que ayudan a mantener sanos la vista y los huesos, gracias a sus propiedades antioxidantes. Por último, es excelente para purificar la sangre, reducir los niveles de azúcar en sangre y también para desinflamar y drenar gracias a su poder diurético.
Existen dos formas diferentes de preparar las dos variantes de té bancha. El que se elabora con hojas (hojicha) debe reposar al menos cinco minutos en agua a una temperatura de unos 80 °C. Mientras que el elaborado a partir de las ramitas (kukicha) debe hervir durante unos diez minutos y luego reposar otros diez antes de servir. También hay que tener en cuenta que nunca debe utilizarse azúcar en la preparación de este té; es preferible añadir miel u otros edulcorantes naturales.
Así que ahí lo tienen: en unas pocas líneas, hemos hablado de una forma de vivir sano y durante mucho tiempo gracias a este extraordinario té oriental.
Para tomar en la cena
Ahora se sabe que el hambre después de cenar tiene una causa hormonal. A partir de última hora de la tarde, tenemos más hormonas en circulación que desencadenan el hambre. Para frenar el apetito vespertino, podemos tomar una infusión muy caliente de azahar. O té verde kukicha, que contiene polifenoles oxidantes.
Si el abdomen está tenso, es mejor una taza de decocción de melisa, remojada en agua hirviendo durante diez minutos. La melisa es un remedio útil para quienes comen deprisa y mastican poco. Amortigua la ansiedad, reduce la hinchazón y el mal humor. Un ochenta por ciento de chocolate negro, tomado como parte de una dieta de restricción calórica con ejercicio, puede ser beneficioso y, sobre todo, gratificante. Sin embargo, no hay que superar los 42 gramos diarios. Quienes puedan evitar el irresistible tentempié del chocolate pueden tomar una cucharada de yogur con avena y prepararse una merecida recompensa para la mañana siguiente.
Pon una cucharada de linaza en un vaso de agua a temperatura ambiente. A la mañana siguiente, mientras se bebe el líquido, se echan las semillas de lino escurridas en el yogur, que debe hacerse puré en la batidora con una cucharada de avena, tres arándanos y dos frambuesas.
Las semillas de lino ayudarán al intestino a eliminar los residuos. Decora este delicioso batido con dos frambuesas, tres arándanos y tres almendras tostadas y picadas. Añade una hoja de menta fresca para alegrar la vista y el espíritu.