Pocas historias ponen las orejas más tiesas que las de desamor. Anoche, en la gala de los Latin Grammy, una de muy sonada sobrevolaba el evento y aterrizaba en el escenario. Rosalía y Rauw Alejandro, pareja antes de ayer, prometidos hace nada, se reencontraban en Sevilla, donde la Academa Latina de la Grabación viajó por primera vez desde Estados Unidos en su 24.ª edición. Sin cruzarse, al menos a los ojos del populacho, la catalana y el puertorriqueño dialogaron a través de canciones -ambos actuaron en la gala- que miran al pasado (en los Goya 2019 la autora de ‘Motomami’ recurrió a ‘Me quedo contigo’, de Los Chunguitos), como un mensaje de eso que tuvieron tiempo atrás y se rompió, como proclamó al inaugurar la ceremonia la de Sant Esteve Sesrovires.
Rosalía, portentosa y emocionante como siempre, rebuscó en el cancionero para abrir la gala y llegó a un tema que Manuel Alejandro compuso y popularizó la voz de Rocío Jurado, ‘Se nos rompió el amor’. Con un vestido que recordó al de la ‘venganza’, ese que tiene la huella e historia de Lady Di, la artista conmovió con este canto al desamor para gozo de un entusiasta Antonio Banderas, cicerone anoche y Premio de la Presidencia, y de todo el público. Quizá la canción, su mensaje y la manera de traducir todo aquello sea un juego en el que participa tan solo nuestra mente, pero también a ello jugó Rosalía cuando añadió discretamente al final de la letra un remate: «Se nos rompió el amor / de tanto usarlo…» (y aquí está la novedad), «o de no usarlo». La telenovela, larga, larguísima, de estos Latin Grammy, tuvo también mucha pinta de karaoke: numerosísimas actuaciones (un ‘set’ de Bizarrap, ‘medley’ de Laura Pausini…) en las más de tres horas de gala dejaron, y casi que mejor, la entrega de premios de acto secundario.
El melodrama, esta vez con Rauw Alejandro (que acudió a la fiesta con su madre) como protagonista, tenía otro capítulo por emitir. Lo hizo poco después, cuando ya había salido algún premio gordo de la noche, como el de Shakira y el mencionado Bizarrap por su tema -ese también cargado de despecho, sentimiento muy presente anoche- que ganó el galardón a mejor canción pop y canción del año, que se confirmó al final de la ceremonia celebrada en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla (FIBES). El puertorriqueño buscó cerca su inspiración, la encontró en Laura Pausini (autorpoclamada «la italiana más latina de todo el coño mundo»), que acababa de ser venerada como Persona del año, y cantó, o respondió, con ‘Se fue’ (1994). ¿Recuerdan? ‘Se fue, me quedó solo su veneno (se fue); se fue, y mi amor se cubrió de hielo (se fue); se fue, y la vida con él se me fue (se fue); se fue y desde entonces ya solo tengo lágrimas’. Rauw Alejandro siguió su actuación con ‘No me sueltes’ y ‘Baby hello’.
Pero los Latin Grammy ya tenía una telenovela de gran éxito programada, la de Shakira, la de las populares canciones de despecho de la colombiana, multinominada ayer, y multipremiada (hasta tres estatuillas, igual que Bizarrap). Cantó ‘Acróstico’ acompañada por medio de una grabación de sus hijos Milan y Sasha, presentes también en la ceremonia. «Este premio se lo quiero dedicar a mis hijos, les he prometido que voy a ser feliz», dijo Shakira, quien el lunes deberá volver a Barcelona para afrontar su juicio por defraudar a Hacienda, tras recibir el galardón a mejor canción del año por la sesión con el productor argentino, que también se llevó un Grammy latino por el tema junto al canario Quevedo. Más allá del rapero, la música española celebró el mejor álbum flamenco para Niña Pastori.
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Y si Shakira reinó, lo hizo de la mano de Karol G (ambas ganaron un galardón por la canción ‘TQG’), otra mujer poderosa que, con su álbum (mejor del año) ‘Mañana será bonito’, un disco escrito también tras una ruptura sentimental, el sentimiento omnipresente ayer, el desamor (por su extinta relación con el trapero Anuel AA), conquistó hasta tres Latin Grammy.