El presidente Recep Tayyip Erdogan clamó desde Berlín, el más incondicional aliado de Israel a escala europea, contra la “guerra desigual” que, dice, sufre el pueblo palestino, aunque rebajó algo sus hostilidades hacia el Estado judío al no cuestionar su derecho a defenderse. Mientras el canciller Olaf Scholz recordaba que el detonante de la actual escalada fue «la barbarie terrorista de Hamás” desencadenada 7 de octubre, el líder turco apuntó a que Israel bombardea hospitales y «ha matado a 13.000 niños, mujeres y ancianos», para ofrecerse a continuación como mediador en el conflicto. Si Turquía medió en el conflicto del grano entre Rusia y Ucrania, ahora puede hacerlo para cortar los bombardeos que sufre, dijo, la población civil palestina. Abogó por un «alto el fuego inmediato», al tiempo que insistía en que Israel tiene secuestrados a «muchos más palestinos» que los rehenes que Hamás mantiene en su poder.

“¿A usted, como cristiano no le duele ver cómo Israel bombardea iglesias?”, desafió, a la pregunta de un periodista alemán, quien le recordó algunos de los términos recientemente empleados por Erdogan contra Israel -desde “fascismo» a “genocidio”,-. Negó defender posturas antisemitas -”lidero la lucha contra el antisemitismo”, afirmó-. Y defendió como solución al conflicto de Oriente Medio el principio de los dos Estados -israelí y palestino- sobre las bases de las fronteras de 1967.

Fue un Erdogan algo más conciliador que en otras ocasiones respecto a Israel. Lo que en Berlín se relacionó con su interés en lograr de Scholz el visto bueno a la compra de 40 Eurofighter, los aviones de combate europeos en cuya construcción está implicada, además de Alemania, Reino Unido y España.

Una visita incómoda

Erdogan llevaba tres años sin pisar Berlín. Han sido en este tiempo continuas las trifulcas bilaterales entre Turquía y Alemania, donde viven unos cuatro millones de personas de raíces turcas, el mayor colectivo de ciudadanos de origen extranjero de la potencia europea. Su reelección como presidente cayó como un jarro de agua fría al gobierno del socialdemócrata Scholz, que confiaba en un triunfo de la oposición para reencauzar las relaciones bilaterales.

El encuentro más o menos cordial con Scholz estuvo precedido por una reunión de Erdogan con el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, quien le estrechó la mano con el gesto crispado y hasta incómodo. Scholz, en cambio, insistió en la comparecencia conjunta en la condición de Turquía de aliado estratégico de la OTAN, irrenunciable como interlocutor en los más diversos conflictos o para canalizar crisis migratorias. “Tenemos pareceres distintos, muy distintos”, admitió Scholz.

La guerra en Gaza no ha hecho más que acentuar la toxicidad de las relaciones entre Ankara y Berlín. Mientras Erdogan ha hablado de genocidio -hacia los palestinos- y acusado al gobierno israelí de fascismo y crímenes de guerra, la plana mayor de la política alemana insiste en la solidaridad incondicional hacia Israel. Ha sido la línea tradicional de todos los gobiernos desde la fundación de la República Federal de Alemania (RFA), por responsabilidad histórica tras el Holocausto, y acrecentada ante la alarma por el creciente antisemitismo o el impulso ultraderechista.

Empeño bilateral en minimizar riesgos

El viaje de Erdogan adoptó el formato de visita relámpago para minimizar riesgos. Se suprimió su asistencia al partido de fútbol amistoso del sábado entre Alemania y Turquía, lo que incluso en momentos de menor crispación habría sido un asunto espinoso. Y se limitaron las declaraciones bilaterales a la ronda ante los medios previa a la cena de trabajo con Scholz. Se estableció un cordón de seguridad en torno a la Cancillería mayor que los habituales ante visitas de alto riesgo -sea el presidente de EEUU, Joe Biden, o el de Ucrania, Volodímir Zelenski-. 2.800 policías -el doble de los inicialmente previstos- velaban por el orden ante una visita que había desatado las protestas de múltiples lados, desde el Consejo Central de los Judíos de Alemania a organizaciones kurdas, convocantes de varias manifestaciones para este sábado.