Las opiniones de los catalanes sobre la independencia de Cataluña apenas han variado en los últimos cuatro meses. La tercera oleada del año del Baròmetre d’Opinió Política del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) de la Generalitat refleja un leve retroceso del apoyo a la secesión que permite ampliar un punto la ventaja que el no mantiene desde hace cuatro años. En una encuesta elaborada en plenas negociaciones de ERC y Junts con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez, el 52% de los ciudadanos elegiría la papeleta del no en un hipotético referéndum de independencia, frente al 41% que escogería la papeleta del sí. Desde julio, el respaldo a la ruptura con España ha bajado un punto, mientras que el rechazo a esta opción se mantiene en el mismo porcentaje.
En concreto, el trabajo de campo del sondeo, efectuado a partir de 2.000 entrevistas, tuvo lugar del 9 de octubre al 7 de noviembre, lo que significa que coincidió de lleno con las negociaciones sobre la investidura de Sánchez. El 24 de octubre, el PSOE y Sumar anunciaron su acuerdo para reeditar la coalición de gobierno, y el 2 noviembre se alumbró el pacto entre los socialistas y ERC que incluía la ley de amnistía, el traspaso de Rodalies, la continuidad de la mesa de diálogo y la mejora de la financiación de Cataluña. Las entrevistas acabaron dos días antes del anuncio del acuerdo entre el PSOE y Junts.
El último barómetro del CEO, de julio pasado, reflejaba un empate técnico entre el PSC y ERC en unas elecciones autonómicas, con horquillas de 31 a 37 escaños en ambos casos, y dejaba en el alambre la mayoría independentista en el futuro Parlament, que oscilaría entre 63 y 77 diputados. En cuanto al apoyo a la independencia, el no volvía a máximos y aventajaba en 10 puntos al sí. El 52% de los catalanes rechazaban la secesión y un 42% la respaldaban. En una encuesta más reciente, de octubre, el CEO ponía de manifiesto cómo la opción independentista estaba perdiendo fuerza sobre todo entre los catalanes más jóvenes, que apostaban más por el statu quo autonómico.