Virgilio le rezó la noche del miércoles a una imagen de la Virgen de la Macarena que tiene en su casa: «Tú sabes que no te pido muchas cosas pero quiero conocer a Rosalía». Este jueves, día de los premios Grammy Latinos, madrugó. Se levantó a las 7.30 y una hora más tarde estaba a las puertas del Alfonso XIII, el mismo hotel casi centenario que era el favorito de Doña María Mercedes, madre del emérito, y donde se han alojado Ava Gadner, Madonna, Brad Pitt o Harrison Ford. Como Shakira, que en esta ocasión ha sido la artista más nominada y más buscada, sin éxito, en Sevilla, donde se esmeró por pasar desapercibida junto a sus hijos.
El joven Virgilio Hidalgo había vigilado los movimientos de la catalana. Sabía que ella tenía ensayos. A las nueve salió Rosalía, le dio una estampa de la Virgen de la Macarena y le recomendó una tapa de un conocido bar de Sevilla. «No ha podido ser más cariñosa. La mejor con Danna Paola«, cuenta el fan. Él es un joven sevillano de 20 años, que estudia Restauración en la Facultad de Bellas Artes y que es un conocido tiktoker en el mundo cofrade.
«Para Virgilio, a ver si pruebo las croquetas. Ja,ja,ja», le dejó escrito la artista en su disco. “Rosalía, tú siempre ganarás”, pensaba su público. «Ha sido una semana sanadora. He visto a famosos que me han curado heridas y siento que cierro un círculo. He podido darles mi cariño a quien me han ayudado mucho», dice el sevillano, hermano de la Hermandad de la Macarena, y responsable de que la virgen esté con muchos artistas en la primera gala de la música latina fuera de Estados Unidos. El sevillano devoto lleva toda una semana de puerta en puerta de los hoteles y las fiestas en la ciudad. Casi todo ha sido cerrado al público. Ana Mena, Beret, Morat, Danna Paola, Camilo, Beatriz Luengo, Kenia Os, Manuel Carrasco, Alejandro Sanz, Bizarrap, Omar Montes, Álvaro de Luna, Marina Reche, Alba Reche y Carlos Baute, que le plantó un beso a la imagen, tienen estampa de “la reina de Sevilla”. La única que supo a la primera quién era fue Paz Vega, para eso juega en casa. Es la actriz sevillana presentadora del evento junto al colombiano Sebastián Yatra, la mexicana Danna Paola, y la actriz Roselyn Sánchez, de Puerto Rico.
Las dos caras de la fiesta
Laura Pausini bañó de sus lágrimas la ciudad, emocionada ante el gran homenaje como Persona del Año celebrado en el Real Alcázar. Mientras que fuera del circuito oficial, Pedro La Droga dejaba sin palabras a sus invitados en una fiesta privada en un patio andaluz la noche previa a la gran gala.
La ciudad calcula que ha recibido por el evento a 10.000 personas. Imposible encontrar un taxi, un VTC o una cita en una peluquería. Los sevillanos se han llevado multas, por no retirar a tiempo sus vehículos para que estacionen los chóferes de los artistas, y cortes de calles, pero a cambio la ciudad recaudará, dicen, 50 millones de euros. Platós de televisión en lugares privilegiados, como el de TVE con la Torre del Oro de fondo. Un gramófono inmenso coronó la Plaza de España. Todo para la ciudad pero sin la ciudad. Dicen que la Feria de Abril de Sevilla es una fiesta clasista que no deja entrar a nadie, cualquier sevillano lo discutiría con enfado, pero los Grammy desde luego sí que hicieron gala del cerrojazo, clausurando las puertas de sus eventos a cal y canto.
Maluma fue invitado de excepción en el entrenamiento del Sevilla Fútbol Club junto a Carlos Vives y Ozuna se fue a rezar a la iglesia de Omnium Sanctorum, donde fue descubierto por un tuitero de rodillas ante el Cristo de la Buena Muerte. Hubo artistas como Manuel Carrasco o Camilo que sacaron las guitarras a la calle. Otros había que ni bajaban las ventanillas tintadas de sus vehículos y aunque está feo señalar, los fans los tienen perfectamente catalogados según la simpatía.
La alfombra roja del Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla, Fibes, era ya un hervidero de artistas, separados por vallas a distancia del público, cuando la Academia Latina de la Grabación daba comienzo a la Premier de la gala. Sonó Niña Pastori por martinete, el flamenco más puro, el cante de la fragua con sonido de yunque, y cambió a bulerías con el poderoso Israel Fernández. “Qué manera tan espectacular de empezar la noche más importante de la música latina en el día mundial del Flamenco”, dijo el CEO de la Academia Latina de Grabación, Manuel Abud. El guitarrista, cantante y productor Diego Guerrero, el instrumentista onubense Juanfe Pérez y Omar Montes estrenaron la retransmisión previa a los premios.
Rosalía se vistió de bata de cola y encaje transparente negro. Victoria Federica no canta pero hizo de influencer, con vestido plateado y un solo guante azul. Luis Fonsi presumió de andaluz consorte, con su bella mujer cordobesa. La chilena MonLafarte le contó a la presentadora de TVE Inés Hernand que había aprovechado su paso por Sevilla, donde hay una tatuadora que le encanta, para llevarse una sevillana en tinta. “Está padrísimo”, se oía cada minuto dominando el mexicano. “Chévere”, competían los venezolanos. Arrasaban las mujeres argentinas, con María Becerra y Tini como las más aclamadas. Lola Índigo hizo honor a la ciudad más mariana de España y se colocó una mantilla a modo de velo, como una virgen de morado. De fondo, en el pabellón donde unas 4.000 personas, todas del mundo de la industria, sin público fuera de los organizadores e invitados, se veían luces de colores que evocaban a la Feria de Abril (quedan 150 días). Nathy Peluso proclamó que el sur le encanta, vestida de rojo infierno. Los artistas menos conocidos iban acompañados de organizadores que iban chivando a los medios el nombre y la categoría a la que estaban premiados. Algunos, como Jorge Drexler, confesaron que era una suerte ir a Sevilla, porque “Las Vegas es el lugar más feo del mundo”.