Partido complicado el que le esperaba al Guaguas en una semana en la que regresaba al CID tras su gesta en Serbia para clasificarse para la fase de grupos de la Champions. El siempre correoso Melilla ponía a prueba a los grancanarios en su reencuentro con la competición doméstica, en un choque designado por el club como día del aficionado y en el que finalmente se dieron cita unos 500 fieles para celebrar con su equipo un a nueva victoria (3-1), que les mantiene en la tercera plaza, pero a sólo un punto de distancia de los colíderes, Unicaja Costa de Almería y Grupo Herce Soria.

Todavía le faltará a los hombres de Sergio Miguel Camarero un quinto partido para dar carpetazo a esta semana, el que le espera el sábado en casa del Teruel.

La primera manga comenzó con el Guaguas demostrando su fuerza en ataque, logrando un parcial de 8-2. Esto llevó a los visitantes a pedir un tiempo muerto con rapidez, especialmente después de un potente remate del colocador isleño, Io De Amo.

El CV Melilla mejoraba su defensa tras el tiempo muerto, acercándose en el marcador hasta colocar el 14-10. A pesar de la presión ejercida por los Gladiadores, el Guaguas elevó su nivel de bloqueo, cerrando el set con un remate del opuesto colombiano Juan Pablo Moreno, quien reemplazó por precaución a su compañero Wallyson Becerra, quien sufrió una torcedura de tobillo (25-16).

El segundo set fue distinto, con errores cometidos por ambos equipos en el saque y en la recepción. Sergio Miguel Camarero, técnico del equipo grancanario, pidió tiempo muerto al ver al Melilla adelantarse en el marcador gracias al acierto de Giustiniano y de los errores de los locales para igualar la contienda al hacerse con el segundo set por 25-19 (1-1).

El equilibrio se mantuvo en el comienzo del tercer acto, con ambos equipos concentrados. Tras un saque directo de Paolo Zonca, el marcador estaba 6-5 en el primer tiempo muerto. La figura de Manu Furtado, con dos bloqueos consecutivos, ayudó al equipo de Sergio Camarero a tomar una ventaja de 15-12, crucial para ganar el set 25-23, cerrado con un error de saque de Riganti (2-1).

Los amarillos recuperaban en el cuarto round las sensaciones del primero, elevando el equipo su acierto en ataque. Salim Abdelkader, el técnico melillense, intentaba con sus tiempos muertos evitar lo que finalmente sería inevitable, el despegue de un Guaguas que metía la directa, no dando ninguna opción de respuesta a su rival que terminaba claudicando por un claro 25-19 (3-1).