Fran Escribá, entrenador del Real Zaragoza, ha admitido este martes tras la eliminación de su equipo de la Copa del Rey en el campo de El Clariano de Ontinyent ante el Atzeneta, equipo de Tercera RFEF, que están «avergonzados» y ha pedido perdón a su afición por lo ocurrido.
Igualmente, ha dicho estar seguro de su continuidad al frente del equipo. «¿Destitución? Sé que no la va a haber. No soy yo el que debe decirlo, pero sé que no la hay. Es lo que menos me importa», ha indicado. «Tengo explicación de lo ocurrido, pero ahora sobra porque es ridículo. Lo que toca es ser humildes y pedir perdón a nuestra gente», ha continuado.
El técnico valenciano, muy cuestionado tras la trayectoria de su equipo, no ha dudado en reconocer que lo que han hecho «es imperdonable». «Hay que seguir trabajando para revertir esto de una puñetera vez», ha explicado, tras lo que ha reconocido que «es el peor día de mi carrera deportiva». «El enfado que tengo nunca lo había tenido. Estamos avergonzados», ha insistido.
Para Fran Escribá, «la solución está en el vestuario», según ha expuesto. «No nos queda otra que levantarnos mañana porque ahora tenemos otro partido muy importante», ha comentado respecto al duelo ante el Huesca en La Romareda del próximo sábado, un derbi aragonés que puede convertirse en el examen final para el entrenador del Real Zaragoza.