Podemos cuenta con el aval de sus bases para que sus cinco diputados apoyen la investidura de Pedro Sánchez. Un aval que ha concitado el 86,09% de ‘síes’ frente al 13,7% en contra. El apoyo ha sido masivo, lejos de escenificar las dudas existentes en la militancia morada a la hora de dar luz verde a un Gobierno del que no formarán parte, después de que Yolanda Díaz les haya dejado fuera del reparto de ministerios. La participación ha sido más alta de lo esperado de acuerdo con las últimas consultas de los morados, llegando a más de 55.000 votos.
La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, lanzó la consulta la semana pasada limitando su apoyo «exclusivamente» a la investidura y haciendo notablemente visible su malestar con el PSOE, al que acusó de no haber atendido a sus peticiones de una negociación bilateral y lanzando una dura advertencia: no existe un acuerdo que vincule a Podemos con el Gobierno esta legislatura. Se apartaba así del pacto firmado entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz y reiteraba su amenaza de hacer pasar un calvario a la coalición en cada votación en el Congreso de los Diputados.
La pregunta
El propio planteamiento de la consulta era directo y sin adjetivos: «¿Debemos las/los diputadas/os de Podemos apoyar la investidura de Pedro Sánchez?«, era la pregunta. Una formulación extremadamente sobria que no entraba en consideraciones de que la alternativa a apoyar la investidura es una repetición electoral. En la propia declaración, Belarra lanzaba un mensaje a quienes estaban en contra de apoyar la investidura, mostrando su «respeto» a esta posición por los agravios sufridos por Yolanda Díaz y Sumar en los últimos meses.
La frialdad a la hora de pedir el apoyo a la investidura de Sánchez no fue casual. En la cúpula morada se han centrado más en intentar lograr unos buenos resultados en cuanto a participación -de ahí que la consulta haya durado casi cinco días- de que los votos fueran masivamente afirmativos. El objetivo era superar con creces los poco más de 30.000 votos que Podemos logró movilizar para apoyar su nueva hoja de ruta, una pobre movilización que, consideraban en el partido, se vería ampliamente superada en esta consulta, como así ha sido.
Escenificar el malestar con Díaz
La cúpula esperaba que los resultados avalarían la postura oficial -el apoyo a la investidura- pero al mismo tiempo se mostraban convencidos de que los ‘noes’ también pondrían de manifiesto el fuerte malestar que existe en torno a la figura de Yolanda Díaz; un estado de ánimo que ya se hizo visible durante el proceso de debate de la nueva hoja de ruta de Podemos, donde se celebraron decenas de reuniones con militancia con duras críticas a la dirigente gallega, que quedaron reflejados en el documento final.