Casi dos horas ha estado Pedro Sánchez subido a la tribuna del Congreso para explicar su proyecto político. Mientras las cámaras de televisión enfocaban al candidato a la investidura, que salvo sorpresa saldrá elegido presidente del Gobierno este jueves, el auditorio que le escuchaba dejaba una decena de detalles dignos de ser tenidos en cuenta y que permiten entender muchas cosas. Tanto de lo que ha sido, como de lo que será. 

1. La tribuna de invitados ha sido de lo más variopinta. Estaban dos de los presidentes autonómicos del PSOE, Adrian Barbón (Asturias) y María Chivite (Navarra), pero más importante han sido las ausencias, en este caso del castellano manchego Emiliano García Page. De los del PP, pocos. En primera línea solo el sucesor de Alberto Núñez Feijóo en Galicia, Alfonso Rueda, que se ha pasado todo el rato charlando animadamente con Barbón. 

2. Entre los invitados, en silencio y escuchando todo el rato, sin aplaudir, pero tamborileando con los dedos sobre las piernas en algunos momentos, estaba Luis García Montero, poeta y, desde 2018, el director del Instituto Cervantes. No estaba, sin embargo, una de las principales figuras de estos actos, el padre Ángel, que está ingresado en el hospital. 

3. Sin abandonar esa tribuna de invitados, uno se podría encontrar con una ministrable, la líder de Más Madrid, Mónica García, que ocupará el Ministerio de Sanidad en el futuro Gobierno, como cuota de Sumar. A su lado estaba Rita Maestre, portavoz de la formación en el Ayuntamiento de Madrid.

4. Ya abajo, en la hemiciclo, en la arena política, no han faltado momentos dignos de mención. El primero, la entrada de la exvicepresidenta Carmen Calvo, y el exministro de Transportes, Jose Luís Ábalos, para sentarse en tercera fila. En la investidura de 2020 eran dos de los pesos pesados que Sánchez, sus principales escuderos. 

5. Después han llegado las dos ministras de Podemos, Irene Montero (Igualdad) y Ione Belarra (Derechos Sociales), conscientes ya de que no van a repetir en el cargo. Tras su ruptura con Yolanda Díaz, ambas dirigentes han evidenciado su soledad. En la bancada azul no había nadie más. Además, no han aplaudido a Sánchez en ningún momento. Tampoco lo ha hecho Alberto Garzón, ministro de Consumo en funciones, que se ha pasado las dos horas subrayando un libro.

6. Dos filas por detrás de Montero y Belarra estaba el vicesecretario general institucional del PP, Esteban González Pons, quien ha abanderado la respuesta crítica a las palabras de Sánchez. Entre continuos aspavientos -abría frenéticamente los brazos, hacía gestos con la boca y se llevaba las manos a la cabeza- le ha gritado al jefe del Ejecutivo en más de una decena de ocasiones. 

7. Feijóo guardaba silencio. El líder del PP se ha pasado las dos horas alternando la vista entre el papel que tenía en frente y la cara de Sánchez. No ha gritado ni protestado. En algunos momentos compartía risas con Cuca Gamarra y Carlos Rojas. Algún cuchicheo, pero poco más.

8. Mismo talante ha mantenido Santiago Abascal. Desde la bancada de Vox han llegado gritos, pero han quedado todos opacados por las protestas del PP. A mayor número de diputados -137 populares contra 33 de extrema derecha-, mayor ruido.

9. Los socios de Sánchez, los que este jueves le harán de nuevo presidente del Gobierno, han estado en silencio. Sin aplaudir. Gabriel Rufián alternaba la mirada entre el móvil y una hoja en la que iba tomando apuntes, Mertxe Aizpurúa iba con libreta en mano, apoyada sobre la rodilla, y Aitor Esteban escribía sin pausa sobre la mesa.

10- Y ya, como dato de color, apuntar que en algunos asientos de los más de 350 diputados reposaban los abrigos, necesarios para el tiempo lluvioso que acompaña a esta investidura, pero que sobre el del secretario general del PCE, Enrique Santiago, había una kufiya palestina.