El Ayuntamiento de Alzira tiene claro que las anómalas temperaturas registradas estos días representan un problema más que evidente para la ciudadanía. Y su respuesta es la de crear puntos estratégicos en los que cualquier vecino o visitante pueda hacer frente al exceso de calor que se ha convertido en norma en los últimos meses. Bajo el nombre de refugios climáticos, el gobierno local aboga por habilitar espacios en zonas verdes y urbanas que ayuden a mitigar las elevadas temperaturas.
Esta es la propuesta que el consistorio presentó el ‘Demo Day Smart City’, un encuentro convocado por la Asociación Valenciana de la Energía y la Diputació que reunió a autoridades políticas y técnicos municipales de Manises, Alzira, Utiel, Benavites, Albalat dels Tarongers, Benimuslem, Aielo de Malferit, Xirivella y Xeraco para plantear sus retos de futuro. Junto a ellos, representantes de empresas recogieron el guante lanzado por las administraciones públicas para ofrecer soluciones eficaces y sostenibles.
El alcalde de Alzira, Alfons Domínguez, puso sobre la mesa la necesidad de ayudar a la ciudadanía a combatir las temperaturas extremas. «Es un problema de presente que puede agravarse en el futuro si no hacemos nada para evitarlo. Lo que estamos viviendo estos días es una muestra; no es normal que rocemos o lleguemos a treinta grados durante tantos días en noviembre», advirtió el munícipe, que prosiguió: «Nosotros siempre hemos reivindicado una ciudad más amable y entendemos que en este aspecto también debe serlo. Nuestra política debe dar una respuesta a este problema, queremos amortiguar y paliar los efectos del cambio climático para que las personas estén a gusto en la ciudad».
Domínguez destaca que en diversas regiones de Europa ya se han implementado proyectos similares y señala dos opciones para desarrollar esta idea de refugios climáticos en Alzira. Por un lado, en los espacios verdes que ya existen en la ciudad. «Se trataría de ampliar la vegetación y el arbolado en las zonas del mirador al Xúquer y el resto del Anell Verd, se habilitarían más bancos y fuentes», comenta.
Posibles subvenciones
Sin embargo, Domínguez reconoce que en el casco urbano existen más dificultades. «Tenemos una herencia urbanística nefasta, ya que el subsuelo es un caos de cables y tuberías. Eso hace muy complicado plantar árboles en muchos espacios, por lo que no podemos poner todas las zonas verdes que nos gustaría», lamenta el alcalde.
La solución pasa, pues, por la instalación de pérgolas, jardineras y sistemas de nebulización en determinados espacios urbanos; lo que supone crear zonas de sombra, que ayudan a reducir el calor y a refrescar al viandante. Además, Domínguez subraya que las pérgolas serían solares, por lo que incluirían tecnología fotovoltaica para producir energía sostenible. «Debemos analizar y organizar bien el presupuesto o estudiar posibles subvenciones, pero vamos a trabajar para hacerlo realidad en la presente legislatura», concluye el alcalde.