El incremento de la tasa de la basura para ajustarla a la ley vigente no será este año en la ciudad de Alicante. Pese a la decisión de numerosos ayuntamientos de la provincia (como Benidorm, Alcoy o Elda, además de Petrer, Altea o Castalla, entre otros), el gobierno municipal liderado por Luis Barcala ha decidido aplazar el ajuste de la tasa, que por ahora apenas cubre el 30% del coste del servicio. «Ahora mismo no está encima de la mesa. Otras ciudades sí que es cierto que están aplicando subidas porque la tasa debería cubrir el servicio. La tasa actual de Alicante no cubre el servicio, y por bastante», ha admitido el portavoz del equipo de gobierno y concejal de Limpieza, Manuel Villar, tras la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno de este martes. En esa intervención, Villar ha pospuesto la decisión, sin concretar fechas: «Lo veremos el próximo año, pero ahora mismo no. Ahora mismo estamos con la implantación del contrato nuevo, eso es lo que nos tiene ocupados«.
Según la ordenanza fiscal de la tasa por recogida de residuos sólidos urbanos, vigente desde 2015, los alicantinos pagan entre 22,27 euros y 56,59 euros, en función de las dimensiones de la vivienda (más o menos de 104 metros cuadrados) y de la ubicación, al dividirse la ciudad en cuatro grandes zonas. En total, según el presupuesto de 2022, el vigente al prorrogarse las cuentas este 2023, el Ayuntamiento tenía previsto recaudar 9,7 millones de euros por la tasa de la recogida de residuos.
Sin embargo, el coste es mucho mayor, según se desprende del contrato actual de limpieza y recogida de residuos (recientemente renovado) y el relativo al tratamiento y gestión de residuos, prorrogado a la espera de renovación. Desde el grupo municipal socialista sostienen que el Ayuntamiento gasta en torno a 30 millones de euros al año, con 21 millones para la recogida, 5 millones para la gestión y 3,5 millones para el tratamiento. El Ayuntamiento no ha querido confirmar las cifras, extraídas de documentos públicos, como son los contratos en vigor y el presupuesto actualmente vigente.
La ley actual, al respecto, apunta a que la tasa no debe ser «deficitaria», y da para ajustar las cantidades hasta 2025. «En el caso de los costes de gestión de los residuos de competencia local, las entidades locales establecerán, en el plazo de tres años a contar desde la entrada en vigor de esta ley, una tasa o, en su caso, una prestación patrimonial de carácter público no tributaria, específica, diferenciada y no deficitaria, que permita -según recoge- implantar sistemas de pago por generación y que refleje el coste real, directo o indirecto, de las operaciones de recogida, transporte y tratamiento de los residuos, incluidos la vigilancia de estas operaciones y el mantenimiento y vigilancia posterior al cierre de los vertederos, las campañas de concienciación y comunicación, así como los ingresos derivados de la aplicación de la responsabilidad ampliada del productor, de la venta de materiales y de energía», según la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular.
El concejal socialista Raúl Ruiz apunta que «la duda no es cuánto subirá la tasa de basura, sino que la cuestión es por qué con esa tasa sólo se paga un cuarto de lo que cuesta gestionar el servicio». «El PP se ha encargado de instalar en la ciudadanía alicantina la sensación de que paga muy poco por su limpieza y su basura y han intentado justificar así siempre el pésimo estado el que tienen Alicante, pero al final, nos cuesta tres veces más. Y esa diferencia la pagamos los alicantinos con peores servicios públicos y en menos gasto social», ha señalado Ruiz, quien considera «una vergüenza» que, con un gasto de 30 millones de euros al año, «Barcala no sea capaz de cumplir ni la mitad de objetivos de reciclaje y recuperación que plantea la UE y permita que se nos sancione cada año con 1,5 millones por ello«. «Todo este despropósito de gestión no se paga con los 9,7 millones que ingresa el Ayuntamiento cada año en tasas y alguien debería dar alguna explicación por ello. La basura de la ciudad y su medio ambiente no pueden servir de cortijo del PP para que se forren los de siempre y acabe fastidiándose el resto de alicantinos y alicantinas» ha añadido el edil socialista.