El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales solicitó el archivo y sobreseimiento del expediente abierto por el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), que propuso una sanción de 3 años de inhabilitación por el beso a Jenni Hermoso y su actuación en el palco tras la final del Mundial femenino de 2023. Rubiales denunció el «linchamiento» que está recibiendo e insistió en que su beso a la internacional española fue consentido.
«El fugaz beso en los labios, fue consentido, y quien diga lo contrario, está faltando a la verdad. Todo lo expuesto por mí hasta la fecha ha sido mi única versión y así será. Las pruebas visuales, conductuales, incluso las declaraciones espontáneas de ambas partes tras lo sucedido así lo indican», reiteró en contra de la versión ofrecida por Jenni Hermoso en su declaración ante la fiscalía.
Para Luis Rubiales ha habido una «teatralización bestial», una «demagogia brutal» y un «linchamiento» por varios factores. «Uno, que cometí un error. Dos, que iban a por mí desde hace tiempo. Tres, que le vino muy bien a algún sector radicalizado de la política española. Cuatro, que este asunto constituía, sin duda, un filón mediático», resumió.
La «coincidencia caprichosa» del 155
Asimismo, ve una «coincidencia caprichosa» en el número de su expediente, el 155, con el artículo de la Constitución que aplicó el Gobierno en 2017 en Cataluña, tras la declaración de independencia por parte del Parlament.
«Es evidente que no se pueden hacer paralelismos entre mi caso y la significancia y relevancia política que ha tenido hace unos años ese número, el 155. Pero sí viene a (…) que vivimos en un Estado de Derecho, y no es razonable torcer la interpretación legal para tratar de amparar una sanción extremadamente injusta y desproporcionada», recalcó.
Luis Rubiales abunda en sus alegaciones que tuvo el consentimiento de Jenni Hermoso y lamentó los cambios de versiones cuando hay delitos de por medio que se quieren exonerar o «cuando no los hay, pero se pretende teatralizar y llevar la presión al máximo extremo para señalar y criminalizar».
«En mi caso, muchos han cambiado de la opinión privada a la pública (otros callan, que es más seguro). También están los que han modificado su versión, ellos sabrán porqué. Algunos han querido utilizarme espuriamente para criminalizar un acto de alegría y celebración, mutuo y consentido. Sencilla y llanamente, yo pregunté y ella me dijo ‘Vale‘. Punto y final. Ustedes no pueden demostrar lo contrario. Ni ustedes ni nadie porque lo que digo es la verdad», sentenció.
En dicho escrito, argumenta que el gesto que ni el gesto que tuvo en el palco ni el del beso a Jenni Hermoso «son contrarios a la dignidad y decoro deportivos», y que en el caso del primero «no es machista» y que un apercibimiento podría ser una sanción «incluso dura», pero que «puede resultar admisible y justa».
¿Se arrepiente Rubiales de su beso a Jenni Hermoso?
Igualmente, confesó que debió omitir el beso a Jenni Hermoso, aunque volvió a insistir en que fue un gesto «mutuo» y «espontáneo» por la alegría inmensa de acabar de ganar el primer Mundial femenino de fútbol de la historia, así como que no tuvo incidencia alguna en la competición deportiva y no puede sancionarse «con la ley en la mano».
Por último, Luis Rubiales defendió que ha sido el principal impulsor de la igualdad entre hombres y mujeres en la práctica del fútbol al profesionalizar los cuerpos técnicos de la selección femenina, el «histórico acuerdo» de las primas para las internacionales y, entre otros hitos, el aumento de 2,7 a 27 millones de presupuesto y de la profesionalización de la Primera División femenina.
Rubiales pidió al TAD el archivo de su expediente
Según reza en el escrito de alegaciones, de 18 páginas y al que ha tenido acceso Europa Press, presentado este lunes por Luis Rubiales ante el TAD tras la propuesta de dos sanciones, cada una de un año y seis meses, por considerar sendas actuaciones como infracciones graves por la Ley del Deporte y la legislación de disciplina deportiva.
Dichas sanciones «no se corresponden», según la defensa de Luis Rubiales, con lo razonado en el resto del texto de la propuesta de resolución sino que aparecen «desconectadas» y proyectan una petición «arbitraria» e «injustificada». En este sentido, considera que la sanción debería ser de un apercibimiento, multa o inhabilitación de tres o de seis meses.
En el escrito, el ex presidente de la RFEF lamentó que el TAD solicitara, a pesar de considerar que los hechos eran «notorios» y «públicos» un informe al CSD, que recoge una «mera recopilación de artículos de prensa», pero no el impacto en las redes sociales, con lo que confiesa su «permeabilidad» e «influencia» por parte de la presión mediática y los poderes políticos.
En este sentido, anunció que, en el caso de que la sanción tenga por base la «arbitrariedad», «permeabilidad» y «ausencia de objetividad legal y tipificación», le están «sirviendo en bandeja» acudir a la jurisdicción penal. «Que es lo que ya les anuncio que haré en caso de que se consume una sanción por estos hechos», adelantó.