José Rojo Martín “Pacheta” le sigue teniendo un cariño especial al Elche CF. A pesar de estar pasando por unos malos momentos, por su destitución este viernes como entrenador del Villarreal, el técnico burgalés ha estado presente este sábado en el estadio Martínez Valero siguiendo en directo el encuentro que ha disputado el conjunto ilicitano con el Real Zaragoza.

Pacheta ha seguido el partido desde uno de los palcos ViPs del coliseo franjiverde. Concretamente, en el del empresario crevillentino Enrique Ortolá, que es un amigo muy especial para el expreparador del Elche, con quien forjó una bonita y gran amistad durante su etapa en el conjunto ilicitano.

Cada vez que puede, el entrenador burgalés acude a Crevillent a visitar a su amigo y a su casa en la playa de La Marina, en la que tiene un lugar llamado “El Rincón de Pacheta”.

El extécnico del Elche ha disfrutado viendo la victoria del Elche contra el equipo maño y no ha dudado en hacerse fotografías con todo los niños y niñas que se lo han solicitado cuando abandonaba el Martínez Valero.

Pacheta ha sido, junto a Fran Escribá, que curiosamente este sábado ha estado en el banquillo contrario, uno de los entrenadores más exitosos de la época reciente del club ilicitano, al que llevó del pozo de la Segunda División B a Primera División. Tras el brillante ascenso en Girona, no renovó su contrato porque el propietario de la entidad franjiverde, Cristian Bragarnik, ya tenía decidido que Jorge Almirón iba a ser el entrenador del equipo.

El propio Bragarnik reconoció poco después y tras los malos resultados con Almirón que quizás se había equivocado y que le tendría que haber dado la oportunidad a Pacheta de entrenar en Primera División.

El técnico burgalés tiene esa espina clavada y siempre ha comentado que no descarta en un futuro poder volver a dirigir al cuadro franjiverde y, si fuera posible, en la máxima categoría del fútbol español, un premio que se ganó y que no le dejaron cumplir.