El pacto al que han llegado el PSOE y Junts acaba con la Constitución y con la separación de Poderes que en ella se consagra. Nada más y nada menos. Una de las cosas más nefastas de lo acordado es que somete los fallos judiciales a la opinión del Parlamento o a una parte de la opinión del Parlamento, mediante la creación de comisiones parlamentarias de investigación que fiscalicen la actuación jurisdiccional.