Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO), los principales sindicatos españoles, han emitido un comunicado conjunto en el que han dado su visión sobre el acuerdo alcanzado por el PSOE y el PNV.
Los puntos más importantes del pacto han sido el «traspaso efectivo» de las competencias de la Seguridad Social al Gobierno vasco, así como su gestión económica, en un plazo máximo de dos años; el impulso del «reconocimiento nacional» y del «autogobierno futuro» empleando “las potencialidades de la Disposición Adicional Primera de la Constitución y de la Disposición Adicional del Estatuto de Gernika”, y la modificación del Estatuto de los Trabajadores para priorizar los convenios en el ámbito territorial, suponiendo la modificación de los artículos 84.3 y 84.4, permitiendo la prevalencia de los convenios autonómicos sobre los sectoriales. Una cuestión importante en el marco de la reforma laboral, ya que fue uno de los motivos por los que el PNV votó en contra de la misma.
El último punto ha sido precisamente en el que han incidido los sindicatos. «Una vez conocido el contenido del acuerdo entre PSOE y PNV en lo que se refiere a la concurrencia entre convenios colectivos, CCOO y UGT quieren señalar lo siguiente:
La estructura de la negociación colectiva es una materia que afecta de forma clara a la autonomía de las partes negociadoras, y por tanto las modificaciones legales del Estatuto de los Trabajadores, debieran abordarse en el marco del diálogo social«, arrancan, haciendo referencia a que una modificación de esa clase debería haber sido llevada a cabo contando con su perspectiva en las negociaciones.
«UGT y CCOO defienden la coexistencia de distintos ámbitos territoriales de convenio colectivo, que deben articularse en función de cada realidad sectorial. En este sentido los marcos autonómicos son compatibles con los estatales, pudiendo incentivarse además la racionalización de los espacios provinciales de convenio colectivo», exponen.
«CCOO y UGT emplazarán al próximo gobierno a definir esta modificación legal en las mesas de negociación, puesto que es una materia que no se abordó en el perímetro de la reforma laboral», señalan, argumentando que la modificación de los artículos 84.3 y 84.4 no se contempló a la hora de firmar la reforma laboral, y que en caso de llevarse a cabo algún cambio, ellos deben ser partícipes de las negociaciones.
«En relación con las referencias directas (situación de las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social y la fracción de cuota por contingencias comunes) o indirectas que se incluyen en materia de Seguridad Social, UGT y CCOO manifiestan la singular importancia de estas cuestiones y que cualquier actuación en esta materia debe ser abordada en el marco del Pacto de Toledo y la concertación social, en lugar de en espacios bilaterales entre el Estado y una o más de una comunidad autónoma», proclaman, refiriéndose a que las modificaciones del sistema de Seguridad Social deben llevarse a cabo en el marco del pacto que regula el análisis de sus problemas, y no en una negociación como la de este caso, entre el Gobierno y una única Comunidad autónoma.
En líneas generales, los sindicatos se muestran críticos con lo pactado entre ambas formaciones, en tanto que no han sido tenidos en cuenta en las conversaciones referentes a los convenios colectivos y que, a su modo de ver, el traspaso de competencias de Seguridad Social debe aplicarse en un marco diferente al que se ha puesto en práctica.
Las palabras de Ortuzar tras el acuerdo
La firma del pacto entre Ortuzar y Sánchez ha puesto de manifiesto la importancia de los jeltzales para que la investidura se convierta en una realidad. Los cinco escaños del PNV son tan imprescindibles para investir al jefe del Ejecutivo en funciones como lo son los de Junts, ERC o EH Bildu. La simbólica fotografía entre los dos líderes, socialista y vasco, se ha hecho realidad en la mañana de este viernes en el Congreso de los Diputados.
En este sentido, el líder de los jeltzales ha calificado el acuerdo como «amplio» y se ha comprometido a «garantizar la investidura de Sánchez y la estabilidad de la legislatura». Todo ello «siempre que esté sujeto a los avances y cumplimiento leal de los compromisos acordados en la firma», un punto que va en la misma línea que ERC o más recientemente con Junts per Catalunya.
Así, Todos los partidos periféricos han reafirmado su apoyo al PSOE, pero la puerta a tumbar la legislatura en el caso de que los socialistas no cumplan lo pactado está completamente abierta. «Confío en el gobierno de Sánchez, pero en el caso de no cumplir hay un seguimiento», ha avisado Ortuzar.