La Universidad de La Laguna (ULL) mantiene en su puesto de profesor de Derecho al abogado Miguel Cabrera Pérez-Camacho, presidente del Real Casino de Tenerife, después de que fuera denunciado ante la Guardia Civil por agresión sexual, de que un Juzgado abriera diligencias previas y de que el alumno denunciante comunicara la situación a la institución académica. La ULL sí activó el protocolo para la detección, prevención y actuación en los supuestos de acoso sexual y acoso sexista de la entidad a raíz de que el joven, de 24 años, informara de que había sufrido tocamientos por parte de Cabrera Pérez-Camacho.
La jueza del Juzgado de Instrucción número 3 de La Laguna ha citado al conocido abogado y profesor universitario para que declare como investigado el día 28 del presente mes por el mencionado asunto. El denunciante del caso, que cursa un máster de Abogacía y Procura, comunicó su denuncia a la Universidad de La Laguna hace aproximadamente unas dos semanas. Y, hasta el momento, ya se han dado los primeros pasos en la investigación interna que se lleva a cabo sobre dicho episodio, según explicaron desde la entidad académica.
La Universidad de La Laguna aclara que no van a realizar manifestaciones sobre dicho episodio, entre otras cosas porque ya está iniciada la vía judicial y se debe respetar a las partes implicadas, así como la presunción de inocencia del profesor.
Una vivienda de Tacoronte
Los supuestos tocamientos, según consta en la denuncia presentada en el puesto principal de la Guardia Civil de Tacoronte, ocurrieron en la vivienda del abogado y profesor universitario, cuando el joven acudió a firmar el convenio para la realización de las prácticas en el despacho de Pérez-Camacho.
En este asunto, no se han aplicado medidas cautelares «porque no ha hecho falta», según señalan desde el Gabinete de Prensa de la Universidad de La Laguna. El motivo es que el alumno no llegó a hacer prácticas en el despacho de Cabrera Pérez-Camacho. De hecho, se le asignó un bufete diferente para que completara ese proceso de su formación.
Es decir, sí se firmó el convenio, pero, después de interponer la denuncia ante el Instituto Armado, el joven nunca lo hizo efectivo. Y, por ahora, el abogado y profesor denunciado continúa con su actividad docente con normalidad, aclaran desde la institución académica.
El denunciante comunicó los hechos a la institución académica hace unas dos semanas
Cuando un hecho de estas características se pone en conocimiento de la Universidad de La Laguna y se activa el protocolo, la institución designa a un instructor o instructora, que suele ser una persona vinculada con el mundo del Derecho. Dicha figura se encarga de analizar las circunstancias que ocurrieron y de hablar con las partes implicadas, entre otras cosas.
Posibles medidas
En función de determinados factores, se pueden aplicar algunas medidas cautelares. Por ejemplo, si el acoso ha existido entre compañeros de trabajo, se adoptan acciones para que no coincidan en su jornada laboral. O, en el caso de un profesor y un alumno, se intenta que este último no vaya a las clases del primero, señalan desde la ULL.
Y, mientras tanto, el procedimiento sigue. Una de las posibilidades es que el procedimiento acabe sin que el instructor detecte acoso alguno. Otra opción puede ser que el encargado del procedimiento aprecie que «hubo algo», pero que no llega a ser delito. En esas situaciones, en la entidad académica se aplica una sanción de carácter administrativo, como una suspensión de empleo y sueldo, por ejemplo.
Y, en el hipotético caso de que el instructor aprecie que podría existir delito en los hechos denunciados ante la ULL, entonces el asunto se comunica a la Fiscalía, según explican desde la universidad pública tinerfeña.
La Universidad de La Laguna activó el protocolo para detectar casos de abuso sexual
Sin embargo, en este caso, la denuncia ya llegó al Juzgado de Instrucción número 3 del partido de La Laguna, que abrió diligencias previas al respecto.
La versión del abogado
Durante la mañana de ayer, el abogado, profesor y presidente del Real Casino de Tenerife envió un comunicado a los socios de dicha institución en el que afirma que: «un abogado sin escrúpulos, al que no hace mucho tiempo tuve que echar de mi despacho, ha conseguido –en su afán de venganza– manipular a un incauto para que manifieste que yo realizo agresiones sexuales».
Pérez-Camacho indica en dicho documento que «nunca en mi vida he hecho semejantes cosas. No voy a hacerlo ahora a mis 69 años, en los que me dedico a mi trabajo, al Casino y a mis cuatro nietos». Según el letrado, «con tal difamación se pretende conseguir dinero y, de paso, manchar mi imagen como presidente del Casino». Añade Pérez-Camacho que «comprenderán que, en consecuencia, deba defender mi honor y el de esta querida institución, que me honro en presidir, ante los Tribunales con todos los medios que las leyes me otorgan».
La Junta Directiva del Real Casino de Tenerife emitió ayer otro comunicado en el que expresó, por unanimidad, su total apoyo a su presidente ante «los actos de difamación» que implica la citada denuncia.
Cabe recordar que el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife puso el nombre de Miguel Cabrera Pérez-Camacho a una de sus calles, en el barrio de Los Hoteles, cerca de la Plaza de Toros. El consistorio capitalino declinó ayer hacer declaraciones sobre este asunto, «más allá del respeto a la presunción de inocencia y la confianza plena en la Justicia».
El denunciado dice que un letrado sin escrúpulos logró convencer a un incauto para acusarlo
Según consta en la denuncia interpuesta ante el Instituto Armado, los supuestos tocamientos tuvieron lugar en la tarde del pasado 17 de octubre. Después de que el alumno y el profesor universitario firmaran el convenio para la realización de las prácticas del joven en el despacho de Cabrera Pérez-Camacho, este invitó al estudiante a visitar su casa. Cuando estaba ante una ventana desde la que se ve la piscina, presuntamente el letrado le acarició los hombros y el cuello, por lo que el joven se retiró. Después, el abogado le preguntó si era vergonzoso y el alumno le respondió de forma negativa y le aclaró que no le gustaban «eso».
Y, a continuación, cuando ambos estaban sentados en la cama de otra habitación, siempre según la denuncia, supuestamente Miguel Cabrera tocó los pectorales, el abdomen y la parte lumbar del estudiante, siempre por encima del ombligo. El denunciante mostró su intención de abandonar la vivienda y el abogado le preguntó si se iba a marchar sin darle un masaje. Durante unos segundos, el joven masajeó en la espalda con sus pulgares al presidente del Casino de Tenerife. El joven dejó claro que, en su opinión, el profesor universitario sólo quería realizarle tocamientos y no apreció intenciones de querer llegar más allá.