10/11/2023 a las 17:52

CET


El grupo, sin el cuerpo técnico, se reunió el miércoles en la parte alta de Barcelona para tratar, tanto cuestiones deportivas, como asuntos internos

Este viernes, a petición de la plantilla culé, hubo una charla entre futbolistas y ‘staff’ para intercambiar percepciones

Es momento de hacer piña. Tras la derrota en el clásico y frente al Shakhtar Donetsk -con un triunfo sobre la bocina ante la Real Sociedad entre ambos encuentros-, la plantilla del Barça quiso cerrar filas y hermanarse en una cena de conjura durante la noche del miércoles en la parte alta de Barcelona, según ha podido saber SPORT. Eso sí, solo futbolistas, sin el cuerpo técnico.

El embrión de este nuevo capítulo nació de la iniciativa de los cuatro capitanes de la plantilla, al convocar a todos los jugadores a una cena de conjura para levantar el ánimo; así como tratar, tanto cuestiones deportivas, como asuntos internos del propio vestuario.

Los pesos pesados han detectado que, debido a los recientes resultados, en los últimos días se ha perdido un poco el gran ambiente que reinaba al principio de la temporada. Y es momento de remar juntos como una familia.

En esa misma cena, en la que acudió, prácticamente, la totalidad de la plantilla, cuajó la idea de mantener una nueva reunión con el ‘staff’ durante el entrenamiento de este viernes. Y así ha sido: los jugadores han dialogado con el cuerpo técnico para intercambiar algunas percepciones y estrechar lazos. Comunión total y todos a una.

Ruido alrededor del equipo

En el vestuario azulgrana consideran que las turbulencias actuales requieren cerrar filas más que nunca. Creen que es momento de hacer piña y, sobre todo, lavar la ropa sucia en casa y no fuera.

En las últimas semanas han trascendido en los medios de comunicación algunas conversaciones entre ‘staff’ y plantilla. O, sin ir más lejos, también se conoció que Ilkay Gündogan quiso aclarar sus declaraciones al término del Clásico. En sintonía, jugadores y cuerpo técnico opinan que cuanto menos ruido salga, mejor.

Los jugadores que llevan más tiempo en el club ya están acostumbrados a la ‘cultura’ Barça. El tamaño y particularidad de la entidad supone siempre mucho ruido alrededor del equipo, tanto cuando las cosas van bien como cuando hay tormenta. Sin embargo, varios de los recién llegados aún se sorprenden con la particularidad de la entidad.

El encuentro fue positivo y tanto plantilla como cuerpo técnico coincidieron en su análisis: es momento de estar juntos, aparcar el ruido y centrarse en levantar el vuelo. El grupo está mentalizado en ganar al Alavés para seguir la estela del Real Madrid y empezar a partir de ahí un proceso de renovación de energías. El parón de selecciones debe ser terapéutico para que corra el aire y, al regresar, empezar de cero con el objetivo de recuperar las buenas sensaciones.