Meta, propietaria de la red social Facebook, contribuyó a la violación de los derechos humanos en Etiopía. Así lo ha denunciado Amnistía Internacional en un informe que acusa al gigante tecnológico estadounidense de «fracasar a la hora de frenar adecuadamente la difusión de contenidos que hacen apología del odio y la violencia«.
En noviembre de 2020, Etiopía vivió el estallido de un brutal conflicto entre las autoridades de la región de Tigray, al norte del país, y el gobierno federal. La guerra civil se prolongó durante casi dos años y causó más de 8.500 muertes, la mayoría de la comunidad tigrayana.
«A través de sus algoritmos de modificación de contenidos y su modelo de negocio ávido de datos, Meta a vuelto a contribuir a a graves violaciones de derechos humanos», ha declarado Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional.
Inacción de Meta
«Incluso antes de que estallara el conflicto, organizaciones de la sociedad civil y expertos en derechos humanos advirtieron en repetidas ocasiones de que Meta corría el riesgo de contribuir a la violencia en el país, y suplicaron a la empresa que tomara medidas significativas», prosigue Callamard. «Sin embargo, Meta hizo caso omiso de estas advertencias y no adoptó medidas paliativas adecuadas, ni siquiera después de que estallara el conflicto».
Facebook es una plataforma muy popular en Etiopía. Muchos de sus ciudadanos la usan como fuente fiable de información. Sin embargo, durante el conflicto armado en el norte del país africano también se usó como espacio donde difundir mensajes de odio y organizar ataques violentos. Amnistía Internacional denuncia que los algoritmos de la red social «alimentaron efectos devastadores sobre los derechos humanos al amplificar en la red contenidos nocivos dirigidos a la comunidad tigresa».