El Betis cumplió con el tramite y goleó 4-1 al Aris Limassol, lo que le consolida como primer clasificado del grupo C de la Liga Europa de fútbol, aunque la felicidad no fue total porque en los lances finales el meta chileno Claudio Bravo se lesionó y puede peligrar sus participación en el derbi del próximo domingo ante el Sevilla, para el que también es baja el otro portero de la primera plantilla, el portugués Rui Silva.
Se afrontó un partido en el que los del chileno Manuel Pellegrini tenían una buena oportunidad de consolidar la clasificación para la siguiente fase y además para hacerlo como primero, algo no baladí, pues pasar como líder conlleva entrar directamente en los octavos y evitar así una eliminatoria previa y ante rivales procedentes de la Liga de Campeones.
Los béticos ya ganaron en la anterior jornada en Limassol, aunque la evidente diferencia del potencial entre el conjunto español y el chipriota no se notó sobre el terreno y los locales se lo pusieron complicado a los visitantes, que desnivelaron el empate a cero a falta de un cuarto de hora con un tanto de Ayoze Pérez.
El Aris, que entrena el bielorruso Aleksey Shpilevsky, se clasificó este curso por primera vez en su historia para una fase de grupos de un torneo europeo y lo ha hecho con buenas sensaciones, ya que en esta fase ganó ante el Rangers de Glasgow (2-1) y cayó con marcadores ajustados en sus dos otras citas, la de la visita del Betis y ante el Sparta Praga (3-2), con lo que quiere mantener vivo su ilusión de pasar a la próxima fase.
Pero el Betis en el Villamarín, pese a que hizo hasta ocho cambios en relación al anterior partido de LaLiga -Mallorca (2-0)- y a que su próximo compromiso es el domingo en el derbi ante el Sevilla en el Sánchez-Pizjuán, no quiso dar ninguna concesión.
Desde el saque inicial el balón fue suyo en todo momento y antes de que se cumplieran diez minutos el meta brasileño Vaná Alves ya había intervenido con acierto a los intentos del portugués William Carvalho, Rodri Sánchez el brasileño Luiz Henrique o del marroquí Ez Abde.
Ese arranque local hizo reaccionar al técnico de los visitantes desde la banda para que se incrementara la presión al balón y se ajustaran las marcas, lo que palió el dominio bético e, incluso, sirvió para que conjunto visitante gozara de una gran ocasión a los veinte minutos, cuando al neerlandés Jaden Montnor se le anuló un gol por un ajustado fuera de juego.
El partido entró en otra dinámica pero eso también le dio al Betis espacios para salir a la contra y así, ya rebasada la media hora, el brasileño Abner Vinicius le dio un buen servicio a Borja Iglesia para que éste resolviera ante el meta y así rompiera una larga racha en la que el delantero gallego no veía puerta, desde la pasada temporada.
Con ese 1-0 empezó la segunda parte y también, como en la primera, los verdiblancos sufrieron un susto con otro gol anulado por otro ajustado fuera de juego, en esta ocasión a los treinta segundos de la reanudación y obra del sueco Leo Bengtsson, quien había ingresado al campo para este período.
Ese lance sólo fue el inicio de una inercia del Aris en busca de la meta que defendió Claudio Bravo, que vio en alguna que otra ocasión peligrar la integridad de su portería, lo que también comprobó el propio Pellegrini.
El preparador chileno dio entrar al cuarto de hora de una tacada a tres jugadores que deben ser titulares en el derbi del domingo, el centrocampista argentino Guido Rodríguez, el mediapunta Isco Alarcón y el delantero Ayoze Pérez, y pocos minutos después Aitor Ruibal consiguió el segundo gol bético y despejar cualquier incertidumbre.
Después salió a los 75 minutos el francés Nabil Fekir para seguir acumulando minutos tras la larga rehabilitación de su grave lesión y lo primero que hizo fue lanzar un penalti que le había hecho a Isco, pero lo falló al atajar el balón en meta del Aris.
Pese a ello, el 3-0 llegó y fue obra de Marc Roca en un partido que ya estaba sentenciado pero que tuvo unos momentos no deseados por el Betis, como fue el gol de Aleksandr Kokorin, el delantero internacional ruso que reaparecía tras un mes lesionado, y la lesión de Claudio Bravo, que acabó con un vendaje en el muslo izquierdo.
La lesión del meta chileno preocupa porque el otro de la primera plantilla, el portugués Rui Silva, es baja segura también por lesión para el partido del Sánchez-Pizjuán, aunque el gol de Ez Abde, ya en la prolongación, redondeó la goleada (4-1).