El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, ha hablado por teléfono con el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, y con el de Australia, Anthony Albanese, a los que les ha informado sobre la necesidad de establecer un alto el fuego en la Franja de Gaza y de «detener inmediatamente el genocidio» contra el pueblo palestino.
Así, Abbas ha agradecido a ambos mandatarios la ayuda humanitaria enviada a la Franja y ha explicado que la solución al conflicto palestino-israelí pasa por una paz basada en la libertad, la independencia y la soberanía del pueblo palestino, para lo cual habría que reconocer al Estado de Palestina, en el que se incluyen la Franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este.
En ese sentido, ha rechazado las recientes declaraciones del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, que prometió una Franja de Gaza administrada indefinidamente por Israel en materia de seguridad una vez acabada la guerra contra el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
Abbas también ha condenado los bombardeos israelíes contra campos de refugiados y hospitales en Gaza y ha criticado los ataques tanto del Ejército israelí como de los colonos en Cisjordania, que han dejado más de 160 palestinos muertos y multitud de propiedades destruidas, y ha manifestado que estos ataques ponen en peligro los lugares de culto tanto musulmanes como cristianos.
El conflicto estalló el 7 de octubre, a raíz de unos ataques perpetrados por milicianos de Hamás que dejaron unos 1.400 muertos en suelo israelí y más de 240 rehenes. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lanzaron una contraofensiva sobre la Franja de Gaza que se ha saldado ya con más de 10.500 fallecidos.